La hoja de los domingos

El bar, repleto hasta arriba. Los cristales empañados por la diferencia térmica entre el interior y el exterior. Vuelan por encima de las cabezas los bollos de pan caliente de embutidos serranos, los jamones cuelgan sobre la barra de nuestro bar, los clientes toman los últimos chatos de vino, y los niños se aplican una Fanta naranja. Las hojas rojas van de un lado para el otro. No deja de entrar gente para coger la hoja de deportiva, que llega casi siempre puntual. Los cliente la esperan 'Balonazos', que es así como se llama desde que saliera por primera vez a la calle en septiembre de 1971. Sin Teletexto, sin ordenadores, sin internet ni aplicaciones, incluso sin periódico los lunes, la hoja deportiva, que es como la conoce todo el mundo, era la única manera de saber los resultados de los equipos de fútbol durante el fin de semana. La otra alternativa era estar pegado a la radio, a las desconexiones locales de Radio Rioja.

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Primera división, Segunda división... pero también los partidos que no salían nunca en Carrusel Deportivo de la Cadena SER. La Segunda B, la Tercera, incluso la Preferente... La hoja deportiva era la llave que echaba el cierre a todo fin de semana. Los aficionados al fútbol regional sabían que a última hora de la tarde de un domingo liguero, la hoja deportiva iba a estar en el bar de confianza para saber cómo habían quedado los partidos y cómo iban las clasificaciones.

¿Cuándo surgió la hoja deportiva? ¿Por qué surgió? ¿Cómo se hacía? ¿Hasta dónde llegó? ¿Fue algo riojano o existía en otras regiones? Balonazos fue una idea desarrollada por el periodista riojano Miguel Ángel Ezquerro. Hoy visita los estudios de la Cadena SER en La Rioja, su hijo, Miguel Ezquerro. Relata cómo se puso en marcha este proyecto que quedó agotado por la presencia apabullante de las aplicaciones de resultados de actualización inmediata. Le acompaña José María Antón, que estuvo desde el primer día al pie del cañón, trabajando los domingos para llegar a tiempo a la cita con todos los aficionados, que apuraban las últimas horas del fin de semana en el bar de confianza, a la espera de que llegara, como siempre la hoja. Así fue desde septiembre de 1971 hasta mayo de 2018, última vez que se imprimió esta hoja D4, todo un ejemplo de periodismo y de buena información, no exenta de anécdotas típicas de estar tanto tiempo en la calle.