¿Un salario mileurista es un lujo?
"Deberían explicarnos ellos por qué este mileurismo, que hace 20 años fue símbolo de precariedad, les parece ahora una especie de lujo que España no se puede permitir", la polémica de Isaías Lafuente
Madrid
Estamos acostumbrados a que el ruido en la discusión previa de las medidas ahogue el legítimo aplauso con el que se deberían recibir las propias medidas una vez alcanzadas. Esto sucede con la nueva subida del salario mínimo, acordada por el Gobierno con los sindicatos y de la que se ha desmarcado la patronal, que alcanza ahora los 1000 euros. Una cifra simbólica que es símbolo de muchas cosas.
Es un compromiso con la Carta Social Europea y con nuestra Constitución que consagran el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente para tener un nivel de vida digno. Es un compromiso con los trabajadores más vulnerables, aquellos que no están protegidos por convenios colectivos. Y es un compromiso del actual Gobierno con su propia palabra ya que se marcó el objetivo de que este salario mínimo alcanzase el 60% del salario medio al final de la legislatura, como recomiendan las instituciones europeas. En los últimos tres años el Gobierno ha subido 264 euros el SMI, el triple de lo que lo subió el Gobierno de Rajoy en seis años, 94 euros. Y no se ha destruido empleo, como advirtieron los apóstoles del Apocalipsis, desde el Banco de España a la CEOE o el PP. Deberían explicarnos ellos por qué este mileurismo, que hace 20 años fue símbolo de precariedad, les parece ahora una especie de lujo que España no se puede permitir.