Fernando Guallar: "Me enfrenté a la serie de Luis Miguel a lo Bienvenido, Mr. Marshall"

La interpretación llegó cuando tuvo que llegar a la vida de Fernando Guallar, pero lo hizo más tarde de lo habitual. Influenciado por la opinión de sus padres, empezó la carrera de arquitectura en Valencia, pero su todo cambió cuando vio por primera vez Noviembre, protagonizada por Óscar Jaenada: "Yo siempre quise ser actor y cuando vi la película de Achero Mañas tomé la decisión de mandar un email a Globomedia. Un día, estando en Berlín, recibí una llamada de Luis San Narciso en la que me citaban para un casting, así que me cogí un avión para ir a verles".

Su primer papel fue en la serie Aída, donde hizo una pequeña, aunque muy recordada, aparición en pantalla: "La primera frase que dije en televisión fue: 'Dejo aquí los bocadillos y los dulces' y movilicé a toda mi familia y amigos para que lo viesen en la televisión. Fue una aparición fugaz, de un segundo, pero ellos estaban como si me hubieran dado el Goya a mejor actor revelación".

"Fue complicado acabar la carrera mientras grababa la serie Velvet, pero fue muy liberador. Fue un sacrificio de muchos años, pero tenía que ser honesto y nunca sentí vocación por la arquitectura". "¿De qué fue el trabajo de fin de carrera?", le ha preguntado Mara. Era un proyecto en Valencia para enterrar las vías del tren, crear un parque grande y rehabilitar unas naves para hacer un coworking con biblioteca y centro social. "¡Guau!, hace mucho que no hablaba de esto. Se acabó algo ahí y empezó algo nuevo", ha contado emocionado Fernando.

Su carrera como actor comenzó a despegar cuando tenía 28 años y hoy, cinco años más tarde, ha pasado por series como Aída, Amar es para siempre y Velvet Colección, y ha formado parte del elenco de películas como Gente que viene y bah y Explota, explota. Acaba de estrenarse en cines El juego de las llaves, de Vicente Villanueva, y viene de arrasar con la serie de Luis Miguel, donde se ha metido en el papel de Mauricio Ambrosi. "Maduré mucho con este papel, pero me enfrenté a este guion a lo ¡Bienvenido, Mr. Marshall!. Me fui a México con cero expectativa y, cuando estaba allí, fui consciente del boom mediático que era aquello", ha contado.

La entrevista ha terminado en un faro, junto a su perro Django, escuchando a Jack Johnson, hablando de amor y dejando encima de la mesa una incógnita. Hoy le han confirmado un nuevo proyecto. ¿Cuál? Habrá que esperar para saberlo.

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