Por un mundo menos hostil

La infancia vive en un mundo cada vez más hostil. Un mundo cada vez más afectado por conflictos brutales, pobreza, polarización y los efectos de la crisis climática. Así lo ha afirmado este martes UNICEF en la presentación de su Informe anual de emergencias humanitarias.

En respuesta al alarmante aumento del número de niños y niñas que se enfrentan a estas crisis humanitarias, sin precedentes en todo el mundo, UNICEF ha lanzado un llamamiento de financiación de emergencia de unos 8.600 millones de euros. Con este importe la organización quiere llegar al menos a casi 94 millones de niños y niñas en 155 países.

Las previsiones para 2024 son dramáticas para niños y niñas que se ven atrapados en crisis que están creciendo en complejidad y escala, y que están poniendo cada vez más al límite los recursos de las agencias humanitarias para responder (Ucrania, Afganistán, Siria y la Franja de Gaza, aunque no son las únicas. Sudán, Burkina Faso, República Democrática del Congo (RDC) o Myanmar entre otras también los necesitan.

Para atender estas necesidades las organizaciones como UNICEF apuestan por una financiación flexible y predecible, que les permita apoyar rápidamente a los niños y niñas desde que se produce una emergencia, al tiempo que se preparan para futuros riesgos con el fin de salvar y mejorar vidas. En las zonas de conflicto, la infancia soporta la dura realidad de la violencia y los desplazamientos, la amenaza de sufrir daños físicos, traumas emocionales y la interrupción de su educación y de los servicios esenciales.

Los niños y niñas no deberían estar pagando las consecuencias con sus vidas y su futuro. Necesitan un acceso continuado a servicios esenciales, como la atención sanitaria, el agua potable, el saneamiento básico y la educación. Es tarea de todos evitarlo

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