Incertidumbre en el Viernes Santo de Huesca, en manos de la lluvia y el viento

Huesca

En Huesca, a la Semana Santa, al igual que en tantos puntos de España, el mal tiempo solo le ha dado descanso el Domingo de Ramos, cuando todavía no había llegado la borrasca Nelson, y el Martes Santo, cuando hubo una tímida tregua. Ello ha supuesto que, de las diez procesiones que desfilan por las calles oscenses del domingo al Jueves Santo, solo se hayan podido celebrar cuatro. Este Viernes Santo la incertidumbre es total, y se esperará hasta última hora para tomar decisiones, tanto para la procesión del Santo Entierro, como para la concentración de bandas de tambores y cornetas o el desfile de Romanos, pero las predicciones no son halagüeñas.

Las únicas cuatro procesiones que han recorrido estos días las calles de Huesca fueron la Entrada de Jesús en Jerusalén y el Cristo de los Gitanos, el Domingo de Ramos, y Jesús Atado a la Columna y la Coronación de Espinas, con sus jotas, en la tarde-noche del martes. El resto de las procesiones se vieron obligadas a no salir. Ni el Cenáculo y el Prendimiento el Lunes Santo, ni la Enclavación y el Nazareno del Miércoles Santo, ni la procesión del Encuentro, con la Dolorosa y el Cristo del Perdón, en la pasada madrugada de Viernes Santo.

Y las miradas siguen puestas en el cielo y en todas las malas previsiones meteorológicas, para saber si finalmente podrá salir la procesión del Santo Entierro, a partir de las 7 de la tarde. Todo está preparado, pero sobra la lluvia. Hay alerta naranja por tormentas y se habla incluso de granizo y de fuertes vientos. Hasta las 6 y media de la tarde, la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz de Huesca, organizadora de la Semana Santa, no tomará la decisión definitiva, aunque todo apunta a que deberá suspenderse.

En el caso de suspensión, se celebrará a las 7 y media de la tarde un pequeño acto en la iglesia de Santo Domingo, similar al del final de la procesión.