Moriyón considera legítimo y ético apoyarse en Oliver Suárez y acusa a la oposición de no estar a la altura

Un ejercicio de transfuguismo claro. Así han definido los tres grupos municipales de la izquierda lo ocurrido con el concejal no adscrito, antes de Vox, Oliver Suárez que ostenta la presidencia de la empresa Divertia. PSOE, IU y PODEMOS han cargado duramente contra la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, en un pleno extraordinario celebrado a petición de la oposición. Responsabilizan a la regidora gijonesa primero del pacto con la ultra derecha, ahora roto, y segundo, de mantener a Suárez al frente de la empresa municipal. Carmen Eva Pérez, concejala socialista, acusa a Moriyón de faltar a su palabra y a los compromisos de su partido con el Pacto Antitransfuguismo. Javier Suárez Llana, portavoz de IU, denuncia la degradación paulatina del ejercicio democrático en el Ayuntamiento de Gijón y Olaya Suárez, edil de Podemos, subraya que manteniendo al concejal no adscrito al frente de Divertia Foro rompe con el Pacto que firmó junto a otros partidos.

Las más dura, sin duda, era la concejala y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Gijón. Sara Álvarez Rouco califica de indecente el comportamiento de Moriyón de quien dice "deja los principios a un lado para mantenerse en el sillón de alcaldesa".

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, no rehuyó contestar a las acusaciones que desde la oposición se vertieron en el pleno extraordinario. Les acusa de utilizar un tono bronco y de no estar a la altura de la ciudad. Recordaba la alcaldesa que fue un informe de la Secretaría Municipal el que señaló la legitimidad de mantener a Oliver Suárez al frente de Divertia. Moriyón acusaba al PSOE de no estar capacitado para dar lecciones de moralidad y ética aludiendo, por ejemplo, al "suculento contrato" que el secretario general de los socialistas gijoneses firmaba con una empresa municipal durante la pandemia, poco después de dejar de ser concejal. La primera edil gijonesa aseguraba que lo único que había hecho era "garantizar la estabilidad del Ayuntamiento de Gijón".

A quien no pudimos escuchar durante la sesión plenaria fue al concejal aludido, Oliver Suárez, quien optó por no tomar la palabra.