"Sin estas ayudas no podríamos vivir del campo": las mujeres ya suponen un tercio de las incorporaciones a la agricultura

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el campo es el relevo generacional. Por eso en los últimos años se han puesto en marcha diferentes líneas de ayudas para fomentar la incorporación de los jóvenes al sector agrícola y ganadero. Como ha sido el caso de Erika, una joven que ha podido poner en marcha su explotación.

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Jaraíz (11/05/2024)

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De los casi 4.000 jóvenes que han puesto en marcha una empresa dentro de este sector desde 2016, un tercio aproximadamente han sido mujeres como Erika, que con 28 años ha decidido seguir los pasos familiares y dedicarse a la agricultura.

Los trámites los realizó a través de una organización agraria y en torno a seis meses después de solicitar la ayuda recibió contestación positiva. En su caso solicitó la ayuda a la incorporación y a la mejora de explotaciones. Sin este tipo de subvenciones, dice, el campo quedaría abandonado y sin relevo generacional.

Y es que poner en marcha una explotación supone un importante desembolso económico que va desde la adquisición de tierras a la compra de maquinaria, en su caso el tractor que compró rondaba los 200.000 euros, que hay que pagar en 8 años, además hay que sumar los aperos necesarios para el laboreo.