Las fiestas y el alcohol
La Firma de Charo Bueno
Palencia
Durante el fin de semana, las celebraciones de las fiestas en el barrio del Cristo se han caracterizado por el buen tiempo, por la masiva y multitudinaria presencia de público, la gran participación y por el consumo de alcohol.
Ya sé que esto no es ninguna novedad, es más, afirmo con rotundidad que no hay ninguna fiesta donde no se consuma alcohol. Da igual que sea en las familias, en los pueblos, en las ciudades, entre grupos de amigas y amigos, en todos los momentos, el consumo de alcohol está aceptado, se banaliza incluso con comentarios de "¡No pasa nada, estoy bien!" y con decisiones como conducir o montarse en el coche con personas que han bebido.
Me cuesta mucho entender, lo estamos haciendo mal como sociedad, para que mientras el consumo de tabaco entre el periodo de 2006 a 2018 ha disminuido un 10%, no pasa lo mismo con el consumo de alcohol, que sigue aumentado todos los datos: las personas que consumen, las cantidades que se consumen, la frecuencia con la que se bebe y que se inicia cada vez en edades más tempranas, ahora está en los 14 años.
No lo puedo entender, no se trata de ir a la fiesta y con el buen ambiente, la música y los amigos pues igual bebes más de la cuenta. No, no es ese el patrón de comportamiento, ahora van directamente a beber y llevan muchas botellas incluso garrafas de alcohol.
Insisto, no lo puedo entender y siempre me surge la misma pregunta ¿por qué, necesitan ese consumo masivo de alcohol para divertirse? Es más, en muchos casos, ni siquiera están donde está la música, la verbena o las actuaciones, ellos y ellas están y se dedican solo a beber.
Son las generaciones que en pocos años pasarán a tener el control de la sociedad, de las empresas, de las instituciones, las personas hombres y mujeres con estudios que se están preparando para el futuro, pero que reconocen en porcentaje muy alto, que beben con frecuencia y de manera descontrolada. ¿Por qué? Es posible que como sociedad hayamos hecho las cosas muy mal para llegar a esto, pero tampoco veo que le estemos poniendo remedio.
En el informe sobre consumo de alcohol publicado por el Ministerio de Sanidad, solo hay un dato positivo, que durante los años de COVID, disminuyó el consumo intensivo de alcohol. Dato para reflexionar.
De todas formas, es necesario que las autoridades, las familias, las instituciones y toda la sociedad, pongamos los medios para frenar esto. Y no olvidemos que el alcohol es una droga.