200 vecinos de Madrid denuncian que la Iglesia pretende vender sus casas a un fondo: "La estafa del arzobispado para hacer viviendas turísticas"

Madrid

200 familias del centro de Madrid siguen pendientes de si tendrán que abandonar sus casas, después de que una Fundación, dependiente del arzobispado de Madrid, Fusara, haya llegado a un acuerdo con la sociedad Tapiamar -encargada de la compraventa e intermediación en fincas- para intentar vender 13 de los 14 inmuebles que administra en la capital. Esta es una realidad cada vez más común en la capital; lo llamativo de este caso es que según la Ley de Fundaciones, los inmuebles no se pueden vender porque fueron donados a la iglesia para que, a través de la renta de los alquileres, el dinero obtenido se destinara a fines benéficos, en concreto, para los niños huérfanos y sin recursos de Madrid. Ahora, si la venta se lleva a cabo, los vecinos serán expulsados de sus casas.

Procedimiento abierto por posible fraude

No es la primera vez que lo intentan. El caso, que se remonta a 2019, llegó a los tribunales porque los vecinos consideraron que hubo irregularidades en la venta y, de hecho, el procedimiento sigue abierto por posible fraude y administración desleal. Mónica Sevill es abogada y vecina de uno de los inmuebles: "El auto de acusación reconoce que no existía ningún motivo para enajenar el patrimonio de la fundación. Se están vendiendo por el irrisorio precio de 90 millones de euros 13 maravillosos inmuebles del centro de Madrid destinados al alquiler de viviendas de familias y que funcionaban con un fin social". Para Sevill, se trata de una "estafa que la Archidiócesis de Madrid está perpetuando" porque los edificios actualmente tienen un valor de alrededor de 200 millones de euros.

Una situación que tiene en vilo a los inquilinos porque, de levantarse las medidas cautelares -actualmente en vigor porque el procedimiento sigue abierto en los juzgados- podría expulsarles de sus casas. "Digo futuro negro porque los nuevos propietarios no quieren los edificios para el uso actual de los vecinos. Nos han ido llegando cartas de rescisión de contrato y comunicados de desahucio", explica Jesús Manrique, otro de los vecinos afectados. "Tenemos pocas dudas de la pretensión de los compradores de convertir los edificios en viviendas turísticas, de lujo o uso hotelero".

Ahora, con este acuerdo -publicado a través de un comunicado del propio arzobispado de Madrid y presentado en los Juzgados- exonera de responsabilidad al comprobador, Tapiamar, y se retira de la acusación particular, aunque en 2019 se había sumado junto a los vecinos porque consideraba la iglesia que también les habían estafado. "No nos queda mas remedio que pensar que el arzobispado nunca ha sido víctima y sí cómplice de venta fraudulenta de los inmuebles", asegura Jesús. "Este nuevo acuerdo es una continuación del primero, por lo que vemos que el arzobispo siempre ha tenido intención de vender los edificios, tanto el anterior señor Osoro, como el actual señor Cobo".

Nos hemos intentado poner en contacto con la sociedad compradora y con la Archidiócesis de Madrid pero no hemos recibido respuesta. Mientras, los vecinos van a impugnar el acuerdo y esperan que la Fiscalía se oponga.