El retraso en los pagos del Consell a centros de menores empieza a afectar a las nóminas

Los centros de menores de la Comunitat Valenciana no han recibido en algunos casos el pago de la Generalitat de las facturas correspondientes al mes de enero, lo que está empezando a repercutir, en algunos de ellos, en el pago de las nóminas de los profesionales que trabajan en ellos. Lo han denunciado los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, que dicen que ocurre sobre todo en los centros pequeños, pero que los grandes también están en una situación de riesgo y que a ello se suma que los contratos y convenios de algunas de estas empresas con la Generalitat están caducados desde hace años.

Vicente Burgos, de UGT, asegura que a la mayoría de entidades ha llegado ahora el pago de enero y relata el caso de dos residencias pequeñas que han tenido que paralizar el pago de las nóminas de marzo y abril, a lo que se suma la asfixia y la imposibilidad de pagar a los proveedores o de hacer frente al día a día.

Dice que lo usual últimamente es el pago a 50 o 60 días y que eso ha acabado generando una deuda millonaria en el sector, a lo que se suma la dificultad de operar con precios desactualizados y salarios congelados desde 2021. En los casos en los que, tras los centros hay entidades como Cáritas u organizaciones religiosas, en momentos de dificultad estas adelantan el dinero para pagar las nóminas, pero otras lo tienen más difícil. Dice que ese agujero va haciendo deuda que se arrastra y dificulta obtener nueva financiación.

CCOO: "La cosa puede empeorar"

Desde Comisiones Obreras lo secunda Toni Ávila, que trabaja en un centro de menores perteneciente a un grupo de empresas al que se le adeudan en total 30 millones de euros. Dice que está cobrando la nómina pero ya se ha comentado que si la empresa continúa en esa situación, la cosa podría empeorar.

Los impagos no solo repercuten en los salarios de los trabajadores, también en el pago a proveedores o en los gastos cotidianos. Dice Ávila que las empresas están en una situación tan límite por falta de personal y de inyección económica que los trabajadores no podrían siquiera ir a la huelga, porque en toda huelga hacen falta servicios mínimos y no hay suficiente personal. Ha vivido en primera persona cómo los propios profesionales pagan los gastos de los menores ante la falta de financiación pública, o incluso les llevan ropa de sus propios armarios. Otros trabajadores como Álex, que es educador en la Cooperativa Castell, en Mislata, relatan así la situación.

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El Consell asegura que trabaja para solucionar el problema

Desde la Vicepresidencia Segunda, de quien dependen los centros de menores, aseguran que se está trabajando intensamente para poner al día las facturas que van presentando los centros, tras afrontar una elevada deuda heredada. Dicen que se van haciendo pagos, pero la situación era complicada y la Conselleria está trabajando para solucionarla.