Inquilinos de "primer nivel" en el techo de Euskadi
La torre Iberdrola ha cerrado la fase constructiva y se centra en el proceso de adjudicación de los alquileres. Un departamento se dedica en exclusiva a esta tarea. Aseguran que hay una "larga lista de interesados"
La eléctrica ultima los documentos que tendrá que entregar al consistorio bilbaíno para recibir la licencia de primera ocupación del rascacielos. Los primeros en ocuparlo serán los empleados de la compañía a partir de septiembre
Llamada a ser el faro de los negocios de Euskadi, la torre Iberdrola "ha cuadrado los plazos" y, a falta de "pequeños retoques" comienza una nueva fase. Tras levantar los 41 pisos, la fachada acristalada ha cambiado el skyline de Bilbao abre ahora la etapa de gestión y comercialización. Por un lado, durante este mes de junio estará redactado la documentación necesaria para que el Ayuntamiento otorgue la licencia de primera ocupación. Por otro lado, los sondeos de mercado empiezan a dar resultados y a cerrar contratos con los futuros inquilinos.
Un departamento específico se dedica a esta tarea con absoluta discreción y hasta el momento, según reconoce el director de la torre, Javier Urruchúa a Radio Bilbao, las negociaciones están avanzadas y pese a que no hay muchos contratos cerrados "sí tenemos una lista de espera de inquilinos interesados". Sin desvelar nombres dice que son "empresas de primer nivel" que buscan ante todo unas características técnicas específicas que otros inmuebles no pueden ofrecer. Al principio, cuenta el director de la torre, llegan reacios pero luego se les demuestra cómo es "un edificio de última generación" que puede responder a sus necesidades. Los promotores del inmueble descartan dar cifras sobre el desembolso que tendrán que asumir las empresas que finalmente decidan asentarse. Las últimas ocho plantas están reservadas a la plantilla de la eléctrica que en agosto hará la mudanza y dejará a partir de septiembre sus puestos en la calle Gardoki. La BBK, el otro socio de la torre, también trasladará parte de sus oficinas. La superficie mínima a arrendar es de 200 metros cuadrados, y cada piso dispone de 1450 de media. El objetivo es que, a final de año, la ocupación alcance el 60%.