El último Rafael, en el Prado
La exposición está centrada en los siete últimos años de vida del pintor renacentista Rafael Sanzio con obras nunca vistas antes en España
Se abren las puertas del Museo del Prado, de par en par, a un gran genio de la pintura. Rafael se instala todo el verano en el museo con obras de su madurez, a pesar de morir con 37 años. Fue el gran rival de Miguel Ángel, siempre pujó por decorar junto a él el Vaticano. Tantos encargos tenía que tuvo que montar un taller con más de 50 ayudantes de los que también hay obras en esta magnífica exposición. / ATLAS
La muestra reúne algo más de setenta obras, entre cuadros de caballete y dibujos, de Rafael y de los dos principales discípulos de su taller Giulio Romano y Gianfrancesco Penni. Es la exposición más ambiciosa organizada en torno a la etapa final del artista
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¿Qué hubiese sido de la historia de la pintura si Rafael (1483-1520) no hubiese muerto a los treinta y siete años el mismo día de su cumpleaños? Es la pregunta que se formula Miguel Falomir, conservador del Museo del Prado que ejerce de coordinador científico de la muestra. Frente al ensimismamiento de un Leonardo Da Vinci, con poca producción pictórica, y al vigoroso estilo de Miguel Ángel, muy preocupado en plasmar jóvenes musculados, Rafael tuvo, según Falomir, una evolución increíble en pocos años y abierto a muchas influencias. Si hasta el siglo XIX se convirtió en el modelo para los posteriores pintores es porque retrató a todo tipo de personajes humanos. Fue el dios de los pintores academicistas pero sería injusto, dice el coordinador científico, que se considerase a Rafael únicamente como un pintor académico. A mediados del siglo XIX su influencia decayó porque los románticos consideraron poco artístico que Rafael realizase muchas de sus obras con la ayuda de los discípulos de su taller. Cuando se fundó el Museo del Prado el artista más cotizado era entonces Rafael y no Velázquez, que estaba en segundo lugar con su cuadro de Las lanzas detrás de El Pasmo de Sicilia del italiano.
La exposición recorre los últimos siete años de vida de Rafael, desde 1513, cuando entra en el Vaticano el Papa León X de la familia Médicis. El artista ya había estado trabajando antes realizando numerosos frescos en distintas instancias del Vaticano cuando Miguel Ángel su principal rival, estaba trabajando en la Capilla Sixtina. Rafael no sabía decir no y no rechazaba ningún encargo del Papa ni de sus demás benefactores. Era además el arqueólogo jefe de toda Roma y sustituyó a Bramante como arquitecto de la basílica de San Pedro. Diseñaba también tapices, pintaba y ante tanta demanda tuvo que crear un importante taller para satisfacer todos los encargos. La muestra trata de diferenciar las obras autógrafas de Rafael, las de elaboración conjunta en su taller y las obras originales de sus principales discípulos Romano y Penni. Con los 28 dibujos que se exhiben, además de los 44 cuadros de caballete, se puede ver esa intensa labor de creación artística.
En la muestra, con obras de numerosos museos de todo el mundo, hay muchos cuadros que nunca se habían visto en España como el dedicado a Santa Cecilia, de la Pinacoteca Nacional de Bolonia, o el retrato de su amigo Baldassare Castiglione, del Museo del Louvre que ha organizado junto al Prado esta exposición. El recorrido comienza con pinturas de altar y sigue con vírgenes con el niño, retratos del propio Rafael como el autorretrato junto a Giulio Romano o de diferentes miembros de la familia Médicis, y las sagradas familias de pequeño formato realizadas por romano siguiendo la estela del maestro. Una última sección se centra en el proceso creativo del cuadro de la Transfiguración, la obra que Rafael dejó inacabada.
El último Rafael podrá contemplarse en el Museo del Prado desde el 12 de junio hasta el 16 de septiembre. Después, y con algunas variaciones, se verá en el Museo del Louvre de París entre el 8 de octubre y el 14 de enero de 2013. Una ocasión irrepetible de ver juntas todas estas obras porque muchos de los museos que las han prestado no accederán a prestar sus rafaeles en más ocasiones.
