Triunfo y eliminatoria encarrilada

El Sevilla pasó de poder golear en los primeros minutos a estar empatado y sin norte en el encuentro. Arregló el marcador en los instantes finales de partido

El arreón inicial del Sevilla además de traer un tempranero gol de Fazio adelantaba una goleada que casi convertía la vuelta en mero trámite. Presión e intensidad fueron otra vez las armas del equipo de Michel para poner tierra de por medio en el marcador y dejar claras las diferencias técnicas con el Espanyol. Fazio aprovechó una jugada de ciudad deportiva para adelantar al Sevilla con un gol de cabeza en el minuto cuatro. Los instantes posteriores fueron de avasallamiento por parte de los sevillistas que se adueñaron del balón de los espacios y del campo rival. La cercanía geográfica debió traer consigo más goles pero el paso de los minutos permitió al Espanyol recomponer la figura y controlar algo la situación. No obstante, salvo una llegada con cierto peligro para Diego López las únicas situaciones de peligro nacieron de las botas de Negredo, Navas y Reyes. El utrerano ofreció algo más que en sus últimas apariciones y aún estando lejos de sus posibilidades dejó pinceladas de futbolista con clase. El inicio del segundo tiempo trajo un susto para Diego López que acertó a atajar un remate de Stuani que pudo ser el empate.

La puesta en escena del Sevilla tras el descanso fue mucho más discreta que en la primera mitad y terminó rozando lo inaceptable. La falta de intensidad provocó que el rival creciera en el partido con acercamientos muy peligrosos que pusieron en riesgo el marcador. Un remate de Cala, que sustituyó a Botía lesionado, fue lo único destacable del Sevilla en el primer cuarto de hora. La gasolina le duró a

Reyes menos de una hora y Michel decidió dar minutos a Campaña. Aparecieron de nuevo las llegadas del Sevilla con Rakitic fallando una oportunidad excelente y Cala rematando de cabeza un centro desde la banda. En cualquier caso el viento había cambiado y el Espanyol consiguió empatar con un disparo de Christian que encontró espacios de sobra en el borde del área sevillista para batir a Diego López. La sociedad Navas-Cicinho se tomó permiso y no acudió al partido; Negredo está tan solo que a veces

elige el camino más difícil y el resto actúa muy pocas veces como equipo por lo que el juego llega a rachas. Apareció en escena Babá para llevar el juego del Sevilla hacia un camino más directo. No fue el senegalés el que marcó y si Cala que remató una falta lanzada por Campaña. Para poner más clara la eliminatoria, que por momentos se complicó demasiado, Negredo transformó un penalty en el descuento y adelantó la tranquilidad para la vuelta.