El sheriff de Coslada vuelve al juzgado

La fiscalía solicita 4 años de cárcel para este acusado quien, por cierto, también por sentencia judicial ha regresado a su puesto en la policía local de Coslada

Ginés Jiménez se ha vuelto a sentar en el banquillo de los acusados y aunque ha negado que él sea el inductor de esas presuntas amenazas, la principal testigo de cargo, considerada en el sumario testigo protegido, que esas presuntas amenazas han continuado y hace solo unas semanas fue de nuevo amenazada por un hombre que portaba pistola. El caso Bloque que nunca acaba.

Jiménez se ha sentado por primera vez en un banquillo de los acusados por una pieza desgajada del ''caso Bloque'', en el que se investiga desde 2008 una presunta trama de corrupción policial. En esta pieza, se le acusa de un delito de obstrucción a la Justicia por presuntamente coaccionar en 2010 a una testigo de la instrucción principal.

La Fiscalía de Madrid y el Ayuntamiento de Coslada reclaman para Jiménez cuatro años de prisión y multa de 24 meses a razón de una cuota diaria de 12 euros, así como que se le inhabilite para ejercer como cargo público. Por esta causa, el exjefe policial estuvo seis meses en prisión y quedó en libertad sin fianza.

La principal prueba de cargo contra Ginés es la grabación que la propia víctima realizó a Ginés el 25 de noviembre de 2010 cuando se reunió con él en un restaurante de San Fernando para mantener una conversación sobre la denuncia que la mujer le interpuso en el procedimiento principal.

En su declaración, el exjefe policial ha asegurado que los instructores de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado de la Policía Nacional del caso Bloque le prepararon una encerrona y ha asegurado que no reconoce su voz en muchas de las expresiones recogidas en las grabaciones recogidas por el micrófono oculto.