Sociedad

Los Ultras-Sur se lían a golpes en un funeral en un episodio más de su guerra interna

Álvaro Cadenas era detenido ayer tras intimidar con pistola el miércoles al grupo que le disputa el poder justo cuando salían de misa

Continúan los enfrentamientos en el seno de esta peña radical por el control de sus finanzas y negocios

No paran de enfrentarse y algunos no paran de recibir golpes. Este es el caso del histórico líder de los Ultra Sur, Álvaro Cadenas que el pasado miércoles estuvo a punto de abrir fuego con una pistola contra otros radicales en la misma puerta de la iglesia en la que habían asistido a un funeral.

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Es un episodio más en la guerra que mantienen las facciones más jóvenes de esta peña con la directiva histórica. Mucho amor por el futbol, pero más pasión y empeño por el dinero, por el vil metal, que es el que ha otorgado un magnifico nivel de vida tanto a Álvaro Cadenas como a José Luis Ochaíta, los responsables de Ultras Sur, ahora ya eliminados del fondo sur en el estadio de Chamartín.

Ambos grupos se encontraron en la Iglesia de los Sagrados Corazones para dar el último adiós a una seguidora del equipo blanco. Pero la genética de esta peña radical son los golpes por lo que tras el pésame a la familia de la fallecida, la bronca comenzó en la misma puerta del templo.

Había de todo, personas de avanzada edad, jóvenes ultras, skinheads neonazis y mucha tensión. El grupo al que la policía conoce como "Los niños" encabezado por "El Niño", "El Bombero" y "El Fichaje" fue directo a por Cadenas. Este aún recuerda los golpes que le dieron hace 6 meses durante el asalto al bar "Drakkar", la sede oficiosa de Ultras Sur. Golpes que no se olvidan como tampoco su objetivo: quitarle la marca y el merchandising que generan esas siglas ultras

Tal vez por eso, por el miedo, Cadenas saco un arma de fuego y amenazo con ella a las cabezas rapadas. No cayo en que cada paso que da esta siempre controlado por agentes de la policía judicial. Y allí estaban los funcionarios que asombrados comprobaban como el detenido esgrimía el arma sin hacer disparos apuntando a sus eternos enemigos, saliendo después a la carrera.

No hizo caso a las palabras de la Policía y logro escapar, tirando antes la pistola. Ayer era detenido y se le imputa un presunto delito de tenencia ilícita de armas y otro de amenazas. Eso significa que alguno de sus eternos enemigos será llamado a declarar como presunta víctima.

El arma requisada es un antigua pistola del calibre 6.35 mm, un calibre muy utilizado por las fuerzas armadas hace unos 30 años. Este tipo de pistolas, pequeñas y compactas, siguen siendo numerosas entre el colectivo de ciudadanos con licencia de armas B2.El arma en cuestión tiene el número de serie borrado por lo que ahora se investiga si ha podido ser utilizada en otros delitos

 
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