Sociedad

Los otros pederastas de Ciudad Lineal: “Piolín”, “Darek” o “El Niño”

Antonio Ortiz, considerado responsable de los abusos a varias menores en el último año, tenía antecedentes penales y varios sobrenombres según el sumario

Imágenes de Antonio Ortiz cuando fue detenido en 2009 en dos ocasiones

Madrid

El sumario del caso también revela los antecedentes penales de Antonio Ortiz, el considerado como el pederasta de Ciudad Lineal: refleja que fue condenado en 1998 a 9 años de prisión, y que pasó ocho años en la cárcel de Navalcarnero cumpliendo condena por raptar a una niña durante una hora y abusar sexualmente de ella. A su novia, a la que conoció en la cárcel, le dijo que él cumplía condena por narcotráfico pero que habían secuestrado a la hija de un deudor, aunque “nadie la había violado”. Su madre sí reconoció ante la policía el motivo de la condena de su hijo.

Pero el sumario revela que no son sus únicos antecedentes: un juzgado le condenó a 4 meses de prisión y 960 euros de multa por un delito de robo. Y según explicó su exmujer a la policía, Ortiz “amenazó con violarla”, algo que ya habría sido denunciado en su momento. La policía también aportó al juzgado diversos atestados con los que estaría relacionado: fue detenido por la Guardia Civil en 1993. Bajo el alias “Darek”, en 2007, detenido por participar supuestamente en el pago de un rescate de 300.000 euros por un secuestro perpetrado entre ciudadanos búlgaros. En 2009 por participar en el robo a una clínica en Madrid. Ese mismo año, y bajo el alias de “Piolín”, por robar supuestamente en una empresa cárnica de Alcorcón junto con una banda compuesta por españoles e italianos. Y varias denuncias por supuestos malos tratos, una de las cuales refleja la frase que según una de sus exparejas le gritó: “No me toques los cojones, que cuando venga tu hija de vacaciones la violo”.

También figuran en su haber dos multas por conducir a más de 150 y 160 kilómetros por hora respectivamente. Añadido a los dos sobrenombres anteriores, una de las testigos que declararon después de su detención aseguró que le apodó como “El Niño” por tener, en su opinión, “una personalidad muy infantil”.

Jeringuillas intervenidas a Antonio Ortiz durante los registros

Una “colección” de anabolizantes

La gran pasión de Antonio Ortiz era el culto al cuerpo, y eso lo llevaba a cabo con el gimnasio y con las sustancias dopantes. “Una colección de esteroides anabolizantes” es lo que tomaba el sospechoso, según explica un informe que obra en el sumario, elaborado por un profesional de la Real Academia Nacional de Farmacia: hasta siete tipos distintos de estas sustancias, entre ellas el Estonazol o el Parabolan, además ‘cardo mariano’ para, según el informe, “protegerse de una posible lesión hepática” fruto de la ingesta de estos anabolizantes. El propio Ortiz le habría comentado a su novia que estos ciclos anabolizantes le estaban produciendo “unas bolas” en la zona pectoral, lo que él mismo definió como “angioplastia, debido a los ciclos anabolizantes a los que se estaba sometiendo” desde hace meses.

A lo largo de la investigación varios conocidos del sospechoso han reconocido en sus declaraciones que su aspecto físico había “cambiado” en los últimos tiempos, y es que para Ortiz los anabolizantes no eran sino un complemento de su actividad principal: el gimnasio. De hecho, según los datos del sumario, el pasado 22 de agosto salió directo del gimnasio para diez minutos más tarde llevarse a una niña a un descampado en los márgenes de la M-40.

El acusado Antonio Ortiz

“Soy el de las noticias, lo siento”

El sumario también refleja que a lo largo de la investigación se han vivido episodios con personas no identificadas que o bien han asegurado ser el ‘pederasta de Ciudad Lineal’ o bien han protagonizado actuaciones que han merecido la atención de la policía. Fue en una gasolinera en la calle Arturo Soria donde apareció un hombre, una persona “afligida, nerviosa y con síntomas de haber llorado” según contó la dependienta a la policía, que abandonó el lugar después de afirmar que “él había ayudado a la familia a buscarla, pero que habían desconfiado de él”. Un hombre que según la dependienta de la gasolinera cuadraba con la descripción del hombre que poco antes se había llevado a una de las niñas, cuya aparición coincidió con la aparición de esta menor y cuya identidad no llegó a desvelarse.

Otro episodio ‘fantasma’ de esta cacería tuvo lugar en junio de 2014, cuando el 091 de la Policía recibió una llamada desde una cabina telefónica del barrio de Hortaleza, llamada de un hombre que aseguró “que él era el de las noticias, el pederasta, lo siento, lo siento”. Para cuando la policía llegó a la cabina, no había ni rastro del individuo. Un día más tarde, el 091 recibió una nueva llamada de esta misma cabina, de un hombre que aseguraba estar observando al sospechoso. Los agentes montaron un dispositivo en torno a esta cabina telefónica sin llegar a saber quién había realizado estas llamadas.

 
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