Excesivo castigo

Eibar

El Valencia ganó (0-1) al Eibar en Ipurúa en la despedida del año 2014, en el primer partido que enfrentaba a ambos equipos en toda su historia. Un resultado injusto para los méritos que hicieron ambos equipos, y quizá un castigo excesivo para todo el trabajo que puso sobre el césped el Eibar, todo lucha y pundonor, aunque le faltó claridad en los metros finales para materializar todo su dominio del juego en la mayor parte del partido. El conjunto che estuvo más acertado y un gol de Paco Alcácer sirvió para doblegar a un conjunto azulgrana trabajador, que no tuvo su día ante la portería contraria.

Los primeros minutos fueron muy tácticos, con un Valencia que jugaba con sólo 3 defensas y 2 delanteros, Negredo y Paco Alcácer, lo que llevó al entrenador del Eibar, a cambiar de planes sobre la marcha y a reforzar la zaga. Porque el Eibar comenzó con cuatro defensas, pero luego cambió de dibujo táctico y actuaron 3 centrales (uno de ellos Lillo que empezó de lateral zurdo) y 2 laterales adelantados o 'carrileros', Bóveda y Saúl Berjón.

El partido era muy intenso, con mucho ritmo, de ida y vuelta, aunque sin ocasiones claras, hasta que apareció Paco Alcacer, que aprovechó la primera ocasión que dispuso. Recibió un pase de Piatti tras un error en el despeje de Boateng. El Eibar buscó la igualada, pero con más corazón que cabeza.

En el comienzo de la segunda parte los guipuzcoanos siguieron buscando el empate, mientras el Valencia esperaba atrás replegado y esperando que pasara el tiempo. El azulgrana Abraham no encontró el camino de la portería. Más cerca de marcar estuvo el valenciano Paco Alcácer con un disparo raso que lamió el poste, tras un buen pase de Negredo. El italiano Piovaccari robó un balón tirándose al suelo, subió por la banda derecha y centró al área, donde Diego Alves llegó antes que Manu del Moral.

Y en la recta final, Capa desaprovechó la mejor ocasión del Eibar en toda la segunda parte: recibió un buen pase de Piovaccari y cuando lo tenía todo a su favor, se durmió y dio tiempo a un defensa a robarle la cartera. Ahí murió el partido, y las ilusiones del Eibar, que termina su inolvidable 2014 con 20 puntos, en mitad de la tabla y con un colchón de ocho puntos sobre el descenso.