Centenares de pesonas han rodeado el Ministerio de Sanidad con una reivindicación: medicamentos para los enfermos de Hepatitis C. Mano a mano, pacientes, enfermos y activistas sociales han intentado abrazar el edificio en el que trabaja Alfonso Alonso para pedirle una solución a su enfermedad. En las últimas semanas, los afectados por esta enfermedad han empezado a moverse: varias decenas llevan 10 días encerrados en el Hospital 12 de octubre. Esta semana, Sanidad se ha reunido con los hepatólogos, también con afectados, para comunicarles que van a poner en marcha un plan estatal. Bajo el lema «los recortes matan», enfermos procedentes de varias Comunidades han pedido al ministro de Sanidad que no tolere ninguna muerte más. Rosalía, es una de las enfermas, en silla de ruedas ha acudido procedente de Toledo acompañada de su marido. Se infectó hace varias décadas, a través de una transfusión en la Seguridad Social. «Me han destrozado la vida. He tenido que dejar de trabajar, cerrar mi negocio. Al ministro le diría que no fuese tan sinvergüenza», ha contado. Miembros de la Plataforma has abandonado hoy de forma temporal el encierro para acercarse al Ministerio de Sanidad. Ángela es una de las participantes, pide una solución para uno de sus familiares: «Lleva dos meses prescrito el tratamiento y no se lo dan. Se lo hemos pedido a todos los políticos, que son los que pueden. Pero no nos hacen caso, deben ser sordos y ciegos». Al grito de «No son muertes, son asesinatos» han protestado por los 12 afectados que fallecen al día. Ha habido una mención especial para Maria Teresa Casas, miembro de la plataforma que murió la semana pasada después de estar más de 7 días sin recibir el tratamiento. Estiman que en el país hay entre 3.000 y 5.000 casos graves que necesitan urgentemente el Sovaldi para salir adelante