Fútbol: Menores extranjeros y marginados
Con una norma que intenta proteger las transferencias internacionales de menores en el fútbol, se margina a menores extranjeros residentes en España que no acrediten cinco años en el país o cuyos padres no tengan contrato de trabajo. Afecta a muchos clubes y niños de Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por orden de la FIFA, ha emitido una circular, la número 37 de la presente temporada, en la que cambian la norma de inscripción de futbolistas extranjeros y “españoles no de origen” y la endurecen para que afecte también a los menores de diez años. Según la propia circular, y fuentes de la citada Federación, se intenta “reforzar la protección de los menores de edad a causa del incremento en el número de traspasos internacionales”. En la exposición de motivos y nuevo funcionamiento, indica el mismo documento que las asociaciones y clubes tendrán la obligación de presentar las solicitudes de aprobación para las transferencias internacionales. La polémica surge cuando también se requiere la aprobación previa para “la primera inscripción de un menor de edad extranjero”. De hecho aseveran que: “En ningún caso podrá inscribirse a un jugador extranjero o español no de origen menor de 10 años sin la previa autorización de la RFEF”. La documentación que se está requiriendo para poder inscribir a estos menores nacidos en otro país y residentes en España en muchos casos es inaccesible. Se exige que los padres tengan contrato o que haya vivido ininterrumpidamente durante los últimos cinco años en España, unas condiciones inalcanzables para multitud de niños que practican fútbol en las diferentes escuelas de las Islas. Pedro Sánchez, abogado, explica que “el espíritu de la norma es controlar las transferencias internacionales”, sólo que al incluir la primera inscripción “confunde”. Sánchez asegura que puede tener consecuencias como que “niños desarraigados, desplazados de su lugar de origen, además no les vamos a facilitar la posibilidad de hacer deporte”. Por otro lado, Víctor Afonso, entrenador de fútbol y ex jugador, ahora mismo padre de acogida de un niño marroquí que no puede jugar por las condiciones arriba explicadas. En su caso tiene 12 años y ya se le venía aplicando la norma que ahora se extiende a menores de 10. Afonso dice que “están todos en el mismo saco” y asegura que “esta norma debería mirarse caso por caso”. “Sama lo único que quiere es jugar al fútbol y no puede”, concluye Afonso.
