El caso Toña divide a la izquierda abertzale

Vitoria

La inhabilitación de Ángel Toña no sólo ha puesto en jaque al Gobierno de Iñigo Urkullu tan sólo un día después de su nombramiento. Su condena por incumplir la ley concursal y no seguir el orden de pagos en la liquidación de un grupo empresarial ha precipitado una llamativa discrepancia entre EH Bildu y el sindicato LAB.

El grupo parlamentario ha sido especialmente duro. Tras desacreditar a Toña y asegurar que “actuó contra los trabajadores” en el caso por el que ha sido inhabilitado como administrador concursal, Dani Maeztu y Marian Beitialarrangoitia han asegurado que está "contaminado de arriba abajo" y que por lo tanto “está inhabilitado para ejercer como consejo de Empleo".

Es cierto que la coalición abertzale no ha llegado a pedir expresamente la destitución de Toña, pero su intervención no ha invitado a pensar en otro desenlace.

Bien distintas han sido las palabras de la secretaria general de LAB. Media hora antes y a preguntas de los periodistas, Ainhoa Etxaide ha asegurado que el sindicato abertzale no ha promovido la condena de Toña, porque “no denuncia a quien apoya a los trabajadores o pone la actividad de una empresa por encima de todo”.

"No ha habido nada que no haya habido en otros conflictos" ha defendido Etxaide que, a diferencia de los parlamentarios de EH Bildu, no ha cargado contra el actual consejero y si lo ha hecho contra la ley concursal, para defender que “si es castigado en los parámetros de la ley concursal, lo que hay que cambiar es la ley”.