Pocos chalecos, de talla única y caducados

Málaga

Tras el atentado yihadista al semanario francés Charlie Hebdó el mes pasado, la policía local de Málaga, en una Junta de jefes, determinó que debían extremarse las precauciones; lo que se dictaminó fue que debían llevar chalecos antibalas los policías que trabajan en la entrada del ayuntamiento de Málaga y de la comisaría de la Rosaleda. En las patrullas de noche, se recomendó que los chalecos debían ir en el habitáculo del vehículo y no en el maletero, como hasta ahora, para hacer más fácil su utilización.

Hasta ahí, bien; el problema surge porque NO hay chalecos para todos. Habría entre 150 y 200 para 800 agentes. Por ejemplo, en la Casona del Parque, sólo hay cuatro para los cinco agentes que están en atención al público. A esto se suma que todos son de talla única, por lo que no a todos les ajustan bien, y lo que a priori podría ser más grave: se supera en el 80 por ciento la fecha que da el fabricante para asegurar el chaleco, es decir, para hacerse cargo de un posible fallo en la protección del agente.

Por ello, el sindicato UGT sostiene que están caducados, algo que rechaza taxativamente el ayuntamiento de Málaga. El responsable del gremio de policía local en esta central en Andalucía, Juan Miguel Martín señala que “lo que tenemos detrás del chaleco es una vida; si el fabricante se arriesga a dar unos años de vida útil del chaleco, no se puede sobrepasar esa fecha y hacer un experimento con una vida”, al tiempo que añade: “tiene que haber chalecos para todos, están recomendando que se utilicen en varias sedes y en las patrullas de noche pero no hay suficientes, hay que conseguir que todo el que quiera ponerse un chaleco pueda”.

El ayuntamiento va a sacar a concurso en breve por 200.000 euros la compra de nuevos chalecos, que serán “los mejores del mercado, no sólo antibalas, si no anticortes y antipunzones”, según fuentes municipales. El consistorio aspira a poder adquirir hasta 200 chalecos, aunque aún así no serían suficientes, pero contribuirían a paliar la situación actual, ya que habría más y también se comprarían de tallas diferentes. El concurso empezó a impulsarse el pasado mes de mayo, cuando un indigente de origen alemán mató a un agente de la policía nacional apuñalándolo cuándo éste trató de identificarlo.

Lo que niega el concejal de Seguridad, Julio Andrade, es que se pueda hablar de caducidad en los chalecos, aunque los fabricantes ponen un periodo para el mantenimiento de la eficacia: “Una cosa es el periodo de validez del seguro y otra del material”, dice Andrade, “Hay chalecos en muy buen estado independientemente de la fecha del fabricante porque apenas se les ha dado uso y otros muy deteriorados; estos últimos se sustituirán cuando lleguen los nuevos”. Fuentes de la policía han asegurado a la Cadena SER que incluso se han hecho pruebas con los chalecos “pasados de fecha” y responden bien a los disparos, aunque esto no tranquiliza a los agentes de la policía local.