Sociedad
35 años del accidente en el monte Oiz

Imágenes que no se olvidan

Se cumplen 35 años de la mayor tragedia aérea en la historia de Euskadi

Bilbao

La alerta que indicaba el vuelo a una altitud peligrosa comenzó a sonar. Segundos después, el ala izquierda del Boeing chocó contra la antena de Euskal Telebista instalada en el monte Oiz. Una antena que no figuraba en los mapas de navegación. El avión voló fuera de control durante casi un kilómetro, volcó, colisionó contra el terreno y acabó explosionando a la vez que se deslizaba ladera abajo destrozando la vegetación a su paso.

Fallecieron todos los ocupantes del aparato. 141 pasajeros y 7 tripulantes.

Según el informe, el avión sobrevoló los últimos 52 segundos por debajo de la altura recomendada para la maniobra que estaba realizando

Las investigaciones indicaron que los problemas comenzaron al sobrevolar Amorebieta. Fue en ese punto cuando las comunicaciones de radio comenzaron a fallar hasta que se pierdió definitivamente el contacto con la torre de control de Sondika.

El último mensaje que se recibió del vuelo de Iberia fue el del comandante José Luis Patiño para advertir de que activaba las alarmas de altitud, un aviso que indicó la causa principal del accidente; el vuelo a baja altura.

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Tampoco la situación meteorológica fue la más favorable. La falta de visibilidad por la densa niebla ocultaba la antena contra la que acabó impactando el avión.

Según la informe, el avión sobrevoló los últimos 52 segundos por debajo de la altura recomendada para la maniobra que estaba realizando. Esto pudo deberse al exceso de confianza sobre los sistemas de medida de altitud por parte del comandante

Jauregui: 'Se ha acordonado la zona para facilitar el trabajo de recuperación de los cuerpos'

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Los cuerpos de los pasajeros, al igual que el fuselaje del avión, quedaron desmembrados y desperdigados a lo largo de un kilómetro, el tramo que el aparato se deslizó al impactar contra el suelo. Diseminados por un vasto y boscoso terreno, incrustados en las copas de los pinos. Una imagen dantesca que aún muchos no han olvidado.

El accidente fue tal que los restos de los pasajeros tuvieron que ser recogidos en cajas para su posterior análisis en la morgue que se ubicó de manera provisional en el cuartel de Garellano de Bilbao.

Seis familias nunca recibieron los restos.

Los familiares fueron citados en el Hotel Ercilla, donde las autoridades trataron de recoger la mayor información personal para proceder al reconocimiento y poder entregar los cuerpos a sus allegados. Seis familias nunca recibieron los restos.

Los medios de comunicación se hicieron eco de la tragedia. Radio Bilbao fue la primera en acudir al lugar. En la redacción, una llamada de Pedro Markinez, jefe técnico de la emisora y de mantenimiento del aeropuerto de Sondika, encendió las alarmas: “Un avión, el ‘Alhambra de Granada’, procedente de Madrid, ha desaparecido de las pantallas de la torre de control y no responde a los avisos. Montxo Urraburu y Juan Carlos de Rojo in situ y Miguel Ángel Oliver desde la redacción al frente de ‘Matinal Ser’ informaron de lo que minutos más tarde comprobarían que se trataba del accidente aéreo más grave en la historia de Euskadi.

Radio Bilbao fue la primera en acudir al lugar

“Las conexiones desde la falda del monte eran toda una odisea”, recuerdan hoy estos periodistas. “Tuvimos que pinchar un teléfono del único bar de la carretera para poder contar aquellas imágenes dantescas”.

Imágenes grabadas en la retina. Imágenes sin olvido.

Josu Segovia

Josu Segovia

Informando de la actualidad de Bilbao y Bizkaia desde 2003

 
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