Un pequeño avance quince años después

Bilbao

No tuvo que ser fácil para el lehendakari ir al acto In Memorian de Fernando Buesa. Acudir con sus consejeros y el equipo de paz y convivencia, sabedores de que iban a escuchar las verdades del barquero. Sara Buesa, Peio Salaburu, víctimas, como las de Hipercor, le criticaron en público y privado por el cese de Txema Urkijo, y por su plan de paz, que no recoge palabras como asesinato, secuestro y extorsión.

El lehendakari no aplaudio a Salaburu y Ezenarro fue directamente a hablar con el tras su intervencion. Pero al día siguiente, todo el gobierno recordó a Buesa (también a Rekalde) y compartió una reflexión crítica sobre lo que no se ha hecho, lo que se ha hecho de manera silente o tarde o lo que nos ha dividido.

15 años ha tardado el Gobierno en aludir a aquel triste febrero, en el que el PNV prefirió dar calor uno de los suyos que a las víctimas de la tragedia. Les podrá parecer pobre el paso de Urkullu, pero la familia lo ha valorado como un pequeño avance en el reconocimiento y la cercanía con las víctimas. ¿Quién soy yo para llevarles la contraria?