Historia

Historias de la calle General Álava

En nuestra sección de fotos antiguas recordamos la calle antes de que desaparecieran los edificios antiguos

La esquina de General Álava en la calle Dato. A la izquierda la ubicación del actual banco BBVA / Santiago Arina / Archivo Municipal / 1958

Vitoria

La fotografía de Santiago Arina del Archivo Municipal de Vitoria, obtenida en 1958, nos muestra la calle General Alava en el tramo entre las calles San Antonio y Dato.

En la esquina entre estas dos últimas calles se encontraba el Banco de Bilbao, hoy BBVA. Lamentablemente el edificio entonces existente fue derribado junto con otros, que iban acordes con el entorno. Se sustituyeron por modernidades que no encajan con el tipo de arquitectura que les rodea.

Las ventanas de la planta baja de la entidad bancaria estaban protegidas por unos “señores” barrotes, al estilo de los bancos que vemos en las películas del oeste.

En los edificios que había a continuación, se ubicaba entre otros negocios el Restaurante Escorial, que disponía de una sala de fiestas donde se acudía a bailar en los años sesenta. En la pista de baile, sobre la barra del bar, existía una plataforma en la cual se colocaban los músicos. Así, que si el personal tomaba un trago, tenía que elevar la vista para observar al grupo actuante.

En la misma acera estuvo la discoteca Tiffanys, que fue destruida por un incendio en los años 70.

Ahora en ese lugar hay un edificio de oficinas y despachos, en el que precisamente se encuentran los estudios de Cadena Ser Vitoria.

Una de las tiendas de aquella época que aun existe es la Floristería Argote, en una edificación que no ha variado con el paso del tiempo.

Junto a la floristería hubo un estudio de fotografía, en cuya fachada figuraba rotulado “A.S. Koch”, que merece un capítulo aparte.

El negocio lo inició un alemán llamado Alberto Schommer Koch (1897-1981), médico de profesión, considerado como uno de los mejores fotógrafos de España en los años 40 y 50. Es posible que en la inscripción aludida destacara su segundo apellido, por ser mas fácil de pronunciar. Sin embargo por su primer apellido son famosos él y su hijo.

La Diputación Foral de Alava dispone de un fondo de 400.000 negativos de su producción fotográfica, recibido como donación por esta institución.

Su hijo Alberto Schommer García, nacido en Vitoria en 1928, es un artista de la fotografía con fama internacional, y comenzó su carrera en los años 50 colaborando en el estudio de su padre.

Tiene editadas mas de sesenta publicaciones, varias de ellas dedicadas a nuestra tierra, entre las cuales destacamos, por gustarnos especialmente “Un cuerpo vivo: La Catedral de Santa María en Vitoria-Gasteiz” (2007). Fueron muy populares sus retratos psicológicos de ABC (1972) y las series dedicadas a la Transición en el diario El País (1976).

El especial cariño que se le tiene en nuestra ciudad, hizo que se le dedicara una calle en el barrio de Adurza, siendo uno de los pocos a los que se le ha adjudicado en vida el nombre de una vía.

Patricia Ruiz-Baraibar de la Fundación Alberto Schommer nos ha facilitado amablemente algunos datos y también las imágenes de ambos artistas, que aquí reproducimos.

En la páginaalbertoschommer.comse puede obtener una información completísima de su obra.

Continuando con la calle que nos ocupa, diremos que en la otra acera se encuentra un edificio perteneciente a Telefónica, inaugurado en 1931 como Central Telefónica de Vitoria.

Durante muchos años, si se quería hablar con otro abonado de fuera de la ciudad, era necesario solicitar una “conferencia” desde tu teléfono o si no disponías del mismo, acudir a este edificio, pedirla en el mostrador y en su caso hablar desde una cabina.

Normalmente era necesario esperar un tiempo, para obtener la conferencia en cuestión y te informaban cuanto tiempo de demora había.

Jesús Guinea Gonzalez de Peñalba, Jefe que fue del Servicio de Arquitectura de la Diputación Foral de Alava, en 1969 solicitó una conferencia para comunicar unos datos al presidente de un concejo, respecto a una obra que dirigía. Tenía urgencia por trasmitir la información y le informaron que la conferencia tenía demora.

Como dice una canción de Flaco Jiménez, “estaba que le chocaban los nervios”, por la tardanza en establecerse la comunicación. Así que después de esperar una hora decidió trasladarse a la localidad en coche, informando al interesado en persona.

Tras su regreso, transcurridas tres horas, le llamaron diciendo que la conferencia estaba dispuesta, a lo que respondió enfadado: “Mire señorita, no necesito hablar por teléfono, ya he estado en el pueblo. ¡A ver si modernizan el servicio de una vez, que se tarda menos en comunicarse yendo en coche al sitio, que a través del teléfono!”.

Nuestro agradecimiento al Archivo Muncipal de Vitoria-Gasteiz y la Fundación

Alberto Schommer.

 
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