La fiesta de IU

Córdoba

Rafael Martínez cumple 101 años el próximo 25 de Marzo. Desde los 17 es militante del Partido Comunista, sufrió la Guerra Civil combatiendo en Palma de Mallorca en el bando de "los nacionales, los rebeldes" y anoche escuchó como la candidata por Córdoba de IU, Elena Cortés, le cantaba Cumpleaños Feliz desde el escenario habilitado para el acto central de campaña de esta formación en Córdoba. A Cortés se le sumaron en este improvisado homenaje Alberto Garzón, Antonio Maíllo y Stavros Karagounis, coordinador de Syriza en la región griega del Ática. Syriza apoyó ayer explicitamente a IU a través de Karagounis, y a la pregunta de a quién recomendaria votar a los todavía electores indecisos dijo: "estoy aquí, una imagen vale más que mil palabras". Ese gestó satisfizo enormemente a IU; hay que recordar que Podemos también viene reivindicando como ejemplo a la coalición vencedora en los últimos comicios griegos.

A Rafael Martínez, nuestro protagonista, no le simpatiza Podemos. "No me hace mucha gracia, por descontado que hay buena gente, pero el queso: de oveja, no revuelto", decía ayer minutos antes de comenzar este mitin en el Polideportivo Municipal de la Fuensanta de Córdoba, donde se congregaban unas 1.500 personas. Y es que después de las palabras de Julio Anguita en Málaga del miércoles, pidiendo a IU que tras las elecciones "tendiera la mano" a fuerzas de izquierda como Podemos, la coalición ha recuperado un mensaje en pro de la unidad que había sido estratégicamente pausado, poco aireado, hasta el regreso a los mítines de Anguita, que sí venía defendiendo en público esta opción. La "Syriza Ibérica", así la llama Anguita, un término que comparte "totalmente" el candidato a presidir la Junta de Andalucía, Antonio Maíllo, que insistió anoche en que IU es la "garantía" para hacer posible esa unión. IU ha pasado de los actos de campaña propositivos a actos emocionales, como si Anguita hubiera marcado un camino que definiera lo difuso, el papel protagonista de esta formación para el futuro. Tanto que ahora, un mitin es una fiesta. Rafael, sin perder la esperanza, pone los pies en el suelo y ve a IU "con dificultades, pero con una luz que nos alumbra". "No creo yo que vaya a durar mucho, pero tengo la esperanza de ver esa luz", manifestaba orgulloso elogiando a Alberto Garzón y a Antonio Maíllo cuando el representante de Syriza se disponía a intervenir.

Stavros Karagounis afirmó que "Grecia está cambiando y como cambia Grecia puede cambiar también Andalucía, España, Europa"; "¿si no es la izquierda, quién, si no es ahora, cuándo? repitió, parafraseando a Alexis Tsipras a la par que añadía que el voto del domingo "va a tener impacto la vida de mi hijo, de siete años, en Grecia; si los andaluces le dan mensaje de rechazo a la política de Rajoy, este mensaje se difundirá poco a poco en otras partes".

Al final, como en cada acto público, los asistentes entonaron el Himno de Andalucía. Rafael, apoyando las dos manos en su bastón, sonreía y cantaba esa versión que modifica el final del himno para decir "los pueblos y la humanidad" en lugar del oficial "España y la humanidad". Rafael, acompañado de su mujer, tenía tiempo aún de responder a una última pregunta: ¿por qué sigue viniendo a estos actos? "esto no me lo puedo yo perder aunque tenga que venir arrastrándome" decía orgulloso.