Cae el campeón (76-61)

Valencia

En un partido decisivo, una auténtica final anticipada como la que tenía que disputar Valencia Basket en Moscú, no está permitida una desconexión de más de cinco minutos. En ese lapso de tiempo, cualquier equipo medianamente potente es capaz de abrir un parcial decisivo. Mortífero. Khimki, con una plantilla repleta de talento y anotadores letales desde cualquier posición, fue capaz de aprovechar el bloqueo taronja en el inicio del tercer periodo para abrir distancias de dobles dígitos y sellar su clasificación para semifinales de la Eurocup, en las que se enfrentará al Banvit turco. 

Hasta el descanso, el equipo dirigido por Carles Durán mantuvo el tipo. Incluso abriendo pequeñas distancias en el electrónico, como la que consiguió en el arranque del segundo cuarto tras bandeja fácil de Loncar (24-30). En ese instante, Kurtinaitis paró el partido para exigir más concentración defensiva a sus jugadores, en progresión de encajar más de cien puntos. Dicho y hecho. Con triples de Monya y Vyaltsev, Khimki igualaba de nuevo. Pero el equipo ruso no apagó su hambre con el empate momentáneo.

La entrada de Koponen generó fluidez y tiros librados en el juego en estático del conjunto moscovita. Seis puntos del exterior finlandés generaban un parcial de 14-2 para Khimki, que cerraba el segundo periodo con la máxima diferencia -hasta el momento- del partido. Un inquietante +6: 42-36. 

Tras el paso por vestuarios, y cuando se esperaba la clásica reacción de Valencia Basket en los partidos importantes, la debacle más absoluta. El equipo entrenado por Carles Durán no fue capaz de anotar ni una sola canasta en los primeros cinco minutos del periodo. Pérdidas absurdas, campo atrás, pésima selección de tiro e incluso algún airball.

En la canasta opuesta, los tiradores de Khimki veían el aro como una piscina olímpica, viviendo permanentemente por encima del 50% en tiros de tres. Precisamente con un lanzamiento exterior de Koponen la diferencia en el electrónico estallaba hasta un escandaloso +18: 59-41.  

El resto del partido fue una tortura, un doloroso trámite para certificar la eliminación del vigente campeón. Despedida y cierre. Para volver a Euroliga, Valencia Basket tendrá que flirtear con la utopía en la Liga Endesa.