Desmotivación total

San Sebastián

"¿Por qué va a estar más motivado el Elche que la Real?", se preguntaba David Moyes en la previa de la visita txuri-urdin al Martínez Valero. La respuesta seguro que la ha encontrado el técnico escocés en pésimo partido que ha jugado, y perdido, su equipo contra el Elche. La habrá encontrado Moyes, y toda la afición realista. Desmotivación total, absoluta... inexplicable. Sólo de esa manera se puede entender la lamentable imagen ofrecida por la Real contra el equipo ilicitano.

La derrota, 1-0 con gol de Jonathas, es la conclusión lógica a la diferente ambición con la que afrontaron el partido ambos conjuntos. Se jugaba la vida el Elche, y se ha notado. Sin nada en juego y dejándose llevar de forma apática en esta recta final, la Real ha estado totalmente desconectada, y en ningún momento se puede decir que realmente haya podido (o querido) disputar el partido y discutir el resultado final al Elche. Como si no quisiera hacer sangre, como si la historia no fuera con ellos. Una imagen patética de la que tendrá que dar explicaciones David Moyes a finales de semana, ya en San Sebastián. Porque no se puede admitir que los jugadores que visten la camiseta de la Real ofrezcan tan poco, muestren una falta de actitud tan flagrante y en definitiva den esa sensación de que lo que pasaba sobre el césped les importaba más bien poco (por ser benévolo).

Ya antes del partido, entre la enfermedad de Ansotegi, la vuelta a la defensa de Elustondo, las oportunidades para Markel Bergara, De la Bella y Zurutuzua, y la repetición del invento del Chory Castro como 'falso nueve', nada hacía presagiar algo bueno. Y así fue. Las probaturas salieron horribles, ninguno de los tres que tenía su alternativa en Elche dieron la talla. El Chory Castro volvió a estar perdido como referencia arriba, y siempre trataba de encontrarse cayendo hacia la banda izquierda. Y Markel Bergara facilitó las cosas a la mayor ambición del Elche, con un grave error a los 20 minutos de partido, al resbalarse y darle una asistencia perfecta a Jonathas, al que dejaba sólo delante de Rulli para marcharle por abajo y anotar el único gol del encuentro.

No es que el Elche hubiera hecho mucho más, pero sí tenía intención, ganas, pelea y garra, ambición de buscar la victoria, todo lo que no tenía, ni se le esperaba a un Real muy tristona, apagada y desquiciante. Algún centro aislado, alguna llegada sin mucha convicción, algún disparo desde fuera... como único y pobre bagaje, completamente insufiente como para pensar en regresar a San Sebastián con algún premio, por pequeño que fuera. En la segunda parte, David Moyes ha tratado de remediar el desastre y ha buscado enchufar a su equipo con dos cambios ofensivos, Vela y Agirretxe, para insuflar algo de ambición a sus jugadores, demostrando que quería revelarse ante la desmotivación total que reflejaban. Pero ni por esas.

Ni con Vela, ni con Agirretxe, ni con Hervías. Ni con toda la carne que tenía en el banquillo. Nada enchufó a la Real, que deja una sensación muy preocupante en el Martínez Valero, porque quizá haya sido la prueba más palpable de que ya se ha tirado la toalla en el vestuario; y de que salvado el peligro del descenso y con la séptima plaza a años luz, se están dejando llevar de forma descarada. Puede que sean palabras duras, quizá algo injustas, porque no se puede generalizar nunca, pero simplemente son el reflejo de lo que los futbolistas txuri-urdin han demostrado en el Martínez Valero. Porque si la primera parte ha sido para olvidar, la segunda ha sido para suicidarse, mucho peor. Apenas acercamientos al área, sin ideas, sin intención, sin ganas, sin espiritu competivo... la victoria del Elche no ha peligrado en ningún momento.

Si Moyes realmente ha utilizado el partido del Martínez Valero para calibrar el nivel de algunos jugadores de su plantilla, es completamente normal que piense en hacer una revolución este próximo verano. ¿Salvarían a algún realista de lo que ha pasado en Elche? Difícil respuesta, ¿verdad? O sencilla. Depende de cómo lo miren. De una u otra forma, pese a no peligrar la categoría, tiene mucho trabajo por delante David Moyes esta temporada. Tiene que ser capaz de encontrar la forma de motivar a sus jugadores, completamente desmotivados; y ser capaz de evaluarlos para formar la Real del año que viene. Igual esa es la manera: o motivación, o revolución. Porque lo de Elche es inaguantable e intolerable.