Parejo espera que el Valencia le vuelva a llamar

Valencia

Tanto club como entorno del jugador insisten en que se siguen los tiempos de un proceso de renovación. Incluso puede influir en la dilación de este proceso la negociación que está manteniendo el Valencia con Gayà. Pero llama la atención que, hasta el momento, no haya habido otro contacto a partir de la propuesta que realizó el club el pasado 19 de febrero.

Y aún llama más la atención cuando, consultado el entorno de Parejo, la parte del jugador es la que espera una llamada del Valencia. Y no al revés, como cabría esperar después de que el futbolista haya tenido más de dos meses para valorar la oferta de renovación que le planteó el Valencia.

Han pasado ya más de dos meses desde que los representantes de Dani Parejo recibieran la propuesta de renovación por parte del Valencia. El de Coslada, cuyo contrato actual expira en 2016, ampliaría su contrato cuatro temporadas más a partir del momento de la firma. Éste no parece ser el principal quebradero de cabeza que lleve a los agentes del jugador a contestar a la propuesta pero lo cierto es que pasan las semanas, e incluso meses, y ni una parte ni otra han hecho por ponerse en contacto.

Otro aspecto crucial en el proceso, como en la gran mayoría de las renovaciones, es la ficha que pasará a cobrar el futbolista con su nuevo contrato. Unas semanas antes de la reunión en la que el club le presentó su propuesta, el Valencia, a través de una conversación de Rufete con periodistas en el acto de renovación de Barragán, lanzó un mensaje: las pretensiones económicas de Parejo están muy lejos de lo que puede ofrecer el club.

Esta filtración interesada provocó un profundo malestar en el entorno del futbolista, que, en su día, también optó por esperar a que se resolviese el proceso de venta del club para sentarse a renovar pues consideraba que no podían ser las mismas condiciones en el panorama inestable que había en el club hace un año que con el actual, tras la compra de la mayoría accionarial por parte de Peter Lim y la inversión económica que ésta conlleva. Por lo que habrá que estar atentos a la partida de ajedrez que se produzca entre el futbolista y el club… Pero eso será cuando los jugadores se vuelvan a sentar en torno a un tablero que ahora mismo está huérfano.