¡Problemón!

San Sebastián

El Gipuzkoa Basket Club se ha metido en un lío más que preocupante para estas últimas cuatro jornadas de Liga Endesa. Y no tanto por su derrota en Badalona (91-66), que más o menos se podía preveer, sino por las inesperadas victorias de Sevilla y Fuenlabrada ante Unicaja y Laboral Kutxa. Porque el conjunto donostiarra sigue fuera del descenso con nueve victorias, pero los dos últimos puestos se le han acercado a tan sólo un partido. Y la dinámica, las sensaciones, los resultados y el calendario son tan poco esperanzadores que el futuro pinta negro para que el GBC logre mantener la categoría esta temporada. Lo único a lo que agarrarse es que sigue dependiendo de sí mismo para salvarse, y tampoco es que sea poco, pero parece insuficiente viendo cómo llega al final de temporada el equipo de Ponsarnau.

En la cita de Badalona, tensa igualdad al arranque. David Doblas sumaba los puntos para el Gipuzkoa Basket del inicio de partido para igualar constantemente al Joventut. Los locales iban por delante, pero el GBC pisaba le pisaba los talones en los últimos minutos del periodo con los tantos de Jordan o el triple de Iarochevitch. A pesar del trabajo de los de Ponsarnau, los catalanes tiraban de Clevin Hannah para mantener su renta y aumentarla hasta los 10 puntos. El equipo quería imprimir su ritmo al partido para recortar la ventaja y ponerse a 6, aunque los locales volvían a alejarse con un mayor acierto.

Fue un constante quiero y no puedo. Una sensación de impotencia, porque los problemas que surgían durante el partido no eran cerrados como se quería. Aún así, no se tiraba la toalla y se apretaba en defensa. Pero el acierto verdinegro complicaba las cosas y la ventaja se ampliaba ante un rival que jugaba con comodidad, y mientras el GBC se diluía. Y eso que Abercrombie anotaba sus primeros puntos en la Liga Endesa.

En el último cuarto, el GBC tiraba de orgullo y peleaba para evitar que el Joventut se escapara de más y lograse una ventaja vergonzosa, pero el partido estaba ya roto y poco más podian hacer los donostiarras.