Cospebus y Cifuneta
Nueva entrada en el blog de campaña de nuestra enviada especial a la Caravana del PP, Cristina López Huerta.
Toledo
Hola, ¿cómo están?. Me presento. Soy el Cospebus y desde hace hace 13 días llevo en mi interior a un nutrido grupo de periodistas encargados de informar de las promesas electorales de una señora que preside Castilla-La Mancha y quiere jugar “la segunda parte del partido”, o algo así les he oído decir. Son todos chicos muy trabajadores, no vean cómo me absorben electricidad cada vez que montan: portátiles, tabletas, móviles. Me dejan exhausto. Yo y mi gemelo estábamos acostumbrados a acaparar todo el protagonismo en pueblos y ciudades. Normal, tan grandes y vistosos, con la cara de una mujer que es muy famosa y a la que todas las señoras en los pueblos le gritan, achuchándola mucho, que está más delgada que en la televisión. Yo les doy todas las facilidades, hasta wifi, pero son unos desagradecidos. Ayer fue un día triste para mi. Voy a relatar lo que pasó.
Llegados a mi primer destino, otro de nosotros, pero más pequeño, aparece en la carretera y de él bajan muchos periodistas como los míos y la mujer rubia de la foto de fuera. Me percaté de que mis chicos mostraban gran interés en saber cómo era el interior de esa intrusa. Y de acercarse a la mujer de la coleta. Pues no lo entiendo porque, al parecer, la mía manda más. Arrimando un poco el espejo retrovisor les escuché decir algunas cosas: que se habían hecho una foto con ella, que era muy simpática, que quería bajar un montón los impuestos como la señora que va montada en mi gemelo, que si pudiera se empadronaría en todos los pueblos a los que hemos ido, y que hay que tener cuidado con unos que son nuevos y vienen con piel de cordero a llevarse el voto de los descontentos.
En la última parada del día el destino quiso que tuviéramos que compartir parking la intrusa y yo. Lo que me faltaba. La he ignorado bastante, aunque ella me ha tocado el claxon en señal de paz. A la salida del mitin donde las dos mujeres han hablado muy bien la una de la otra, he visto a mis chicos correr hacia mi. He suspirado de emoción creyendo que deseaban que les llevara a casa. Pero enseguida han empezado a gritar eufóricos “¡la cifuneta, la cifuneta!” y se han hecho un montón de fotos al lado. Está claro. La novedad.
A ver si mañana se queda en su comunidad autónoma y no la volvemos a ver.
Gracias por la atención. Saludos.
Cristina López Huerta
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, esta ciudarrealeña...