Hasta pronto Eibar

Eibar

El Eibar ya no es equipo de Primera división. Es duro empezar así una crónica. Pero es la consecuencia final a una tarde loca de fútbol que mandó al equipo eibarrés de vuelta a Segunda división, sólo un año después de debutar en la élite del fútbol español. El conjunto armero hizo su trabajo, ganó de forma brillante y contudente (3-0) al Córdoba en Ipurua, pero el resto de resultados que le tenía que acompañar no se dieron. Granada y Deportivo de la Coruña empataron, y eso ya hacía inutil el arreón que pegaron los de Gaizka Garitano en la última jornada.

Lo cierto es que el Eibar estuvo 70 minutos en Primera, y vivió los últimos 20 minutos de su debut en la élite ya en Segunda división. Así se resume la jornada. Messi marcó en el minuto 5 en el Camp Nou, y un minuto después lo hacía Arruabarrena en Ipurua. Con eso bastaba. Eso descendía al Deportivo y mantenía al Eibar. Los armeros tuvieron tiempo de sentenciar antes del descanso, para que no hubiera dudas, con goles de Raúl Navas y Ander Capa. Y el Barça estuvo cerca de ampliar su renta. Al final de la primera parte de la jornada, el Eibar era todavía de Primera.

Y lo fue un poco más cuando el Barça amplió diferencias. Con el 2-0 del Camp Nou, jugadores y afición, que llenó a reventar Ipurua, acariciaban el sueño de la permanencia. Pero todavía quedaba lo peor. Con todo el interés en los transistores, con Carrusel puesto en todos los dispositivos de Ipurua, los suplentes preguntando a los inhalámbricos por el resultado del Camp Nou, llegó el 2-1 del Deportivo de la Coruña. Algunos empezaban a torcer el morro. Pero nadie se lo quería creer. El destino iba a ser cruel con Eibar. A los pocos minutos, de forma sorprendentemente extraña, Salomao marcaba el 2-2 y mandaba al Eibar a Segunda. Ipurua enmudecía. Nadie se lo podía creer.

El Eibar terminó antes su partido y sólo cabía esperar un milagro del Camp Nou. Con todos los periodistas sobre el césped, nadie se movió de las gradas de Ipurua. Toda la atención se centraba en Barcelona. En que alguien deshiciera el empate, porque eso llevaba de nuevo a Primera al Eibar. Silencio absoluto. Sólo preguntas a los inhalámbricos de las radios, gestos cómplices de los empleados del club. Los jugadores ya se había metido al vestuario para seguir en la intimidad ese momento tan duro.

Ampliar

El partido del Camp Nou terminó. E Ipurua reaccionó como sólo lo hace un campo de Primera. Aplauso espontáneo, atronador, de toda la afición armera. Gritos de 'Eibar, Eibar, Eibar'. Y lágrimas de un presidente en el palco, Alex Aranzabal, consolado por el Lehendakari, Iñigo Urkullu. Los jugadores volvieron a salir al césped para agradecer a su afición todo el apoyo mostrado esta temporada. En las duras y en las maduras. Errasti no podía dejar de llorar. Eneko Bóveda tampoco. Y así todos. Hace un año estaban en ese mismo escenario, en esa misma tesitura, pero celebrando un ascenso. Hoy era distinto. Y la grada de Ipurua aplaudiendo. Igual que aquella tarde de alegría. Ni un reporche. Ni un grito. Sólo comprensión. Ánimo. El Eibar descendía a Segunda dando una imagen de Primera. Por eso, sólo queda decir... hasta pronto Eibar.

Ampliar