¿Cómo daña el estrés nuestro corazón?

Valencia

Un estudio, publicado en la revista American Journal of Cardiology, ha señalado que los participantes estresados eran un 27% más propensos a padecer una enfermedad coronaria, a quedar hospitalizados o, incluso, a morir.

Hasta 2012 el estrés no había aparecido como factor de riesgo cardíaco en la Guía Europea de prevención cardiovascular. Diana Domingo, cardióloga del Hospital la Fe, explica en cinco puntos cómo el estrés daña nuestro corazón:

1. Los riesgos. La situaciones de estrés agudo -por ejemplo un ataque de ira- aumentan casi cinco veces el riesgo de infarto en las dos horas posteriores (especialmente en varones); supone el doble de riesgo de padecer arritmias malignas a los 15 minutos de la situación de estrés y aumenta casi cuatro veces las probabilidades de sufrir un ictus a las dos horas del evento estresante. Por otra parte, niveles medio-altos de estrés crónico se asocian con mayor riesgo de infarto y con una peor evolución tras el mismo (la mortalidad a los dos años es mayor que en personas sin estrés o con niveles bajos).
2. Cuestiones hormonales. Cuando vivimos una situación de estrés nuestro cerebro pone en marcha una serie de mecanismos que conducen a la liberación de sustancias (como adrenalina o cortisol) por parte de las glándulas suprarrenales. Tienen efectos a nivel cardiovascular que provocan, entre otras cosas, un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial que, a largo plazo, son deletéreos para el corazón.
3. Enfermedades cardiacas causadas por el estrés. Una de ellas es la miocardiopatía inducida por estrés o enfermedad de Tako-Tsubo. Se reconoce cuando después de una situación de estrés se producen síntomas como dolor de pecho, fatiga, alteraciones en el electro y en la contracción del corazón. Son muy difíciles de diferenciar de un infarto. La taquicardia ventricular catecolaminérgica polimórfica es otra de las patologías. Es hereditaria y produce arritmias malignas que pueden llevar a muerte súbita.
4. Edad vascular. En nuestro medio, para calcular la edad vascular usamos una escala llamada SCORE que tiene en cuenta factores como la edad, el tabaquismo, la presión arterial sistólica y el colesterol. Así, por ejemplo, un varón de 40 años fumador, con hipertensión y colesterol mal controlados puede tener una edad vascular de 63 años. El estrés no está considerado como factor dentro de esta escala, pero es indudable su asociación con el desarrollo de arterioesclerosis.
5. Síntomas de alarma ante una situación de estrés. Fundamentalmente son tres: Pérdida de conocimiento, dolor en el pecho (generalmente asociado a malestar intenso, sudoración y nauseas) y aparición de fatiga muy intensa.