Vitoria bien vale una rectificación

Bilbao

La última maniobra de Javier Maroto para conservar la alcaldía de Vitoria ha sido ofertar un compromiso a la oposición para luchar contra el racismo. Han oído bien, Maroto dice que no puede seguir permitiendo que el racismo se asocie a su persona

Imposible explicar esta pirueta sin el contexto, a cuatro días de la constitución de los ayuntamientos y con toda la oposición tratando de que no salga reelegido.

La llave del futuro de Maroto la tiene, mal que le pese, el PNV. Sabían ya desde la campaña, que les iban a presionar para echarles, aunque no se esperaban ni tanta presión ni desde dentro de su partido. Cuerda, al que pidieron ayuda en la campaña de Urtaran, ha sido el primero en pedirles que le echen.

El sábado Ortuzar daba una semana al alcalde para convencerles de que va a cambiar. Ahí tiene el jeltzale la primera prueba. París bien vale una misa, dijo Enrique IV al abrazar el catolicismo por el trono de Francia. Vitoria bien vale una rectificación, estará pensando Maroto.