Mujeres y niños más protegidos
El nuevo Código Penal ofrece un marco de tutela mayor a las mujeres y a los menores
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La asociación Clara Campoamor en la presentación de las novedades del Código Penal. / Damián Blanco
Palencia
Hoy entra en vigor la reforma del Código Penal, que modifica el texto de 1995. Con este motivo, la asociación Clara Campoamor, explica en Palencia las novedades de la norma en materia de protección de las mujeres y de los menores.
Reforma que, entre otras cosas, crea la prisión permanente revisable, e introduce como circunstancia agravante el hecho de cometer un delito por razones de género.
La asociación Clara Campoamor, colectivo que se dedica a la defensa en los tribunales de mujeres víctimas de malos tratos, violencia de género o agresiones sexuales, considera "muy positiva" la prisión permanente revisable en la reforma del Código Penal.
Dentro de los puntos clave de la nueva normativa, la presidenta de la asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, destaca las medidas que aumentan la tutela sobre menores y mujeres. El anterior código, conocido como el de la Democracia, "fue el paraíso de los pederastas porque no recogía la corrupción de menores".
En este sentido, la presidenta de Clara Campoamor ha asegurado que no entiende por qué el resto de partidos políticos no están de acuerdo con esta reforma, ya que antes otro partido, en el año 1995, ya había planteado esta prisión perpetua revisable, aunque se llamara artículo 78.
En esta línea, el Diputado por Cantabria del Partido Popular y Secretario Primero de la Comisión de Sanidad sostuvo que el recurso anticonstitucional de la oposición al código "no tiene ninguna base. Obedece a intereses electorales. Se trata de desaprobar lo que hace el Gobierno”. José María Alonso, hablaba de un hito: "Desde la República, no se introducían consideraciones tan importantes para proteger a las víctimas".
La asociación Clara Campoamor fue fundada en 1985 por un grupo de mujeres del movimiento feminista, por la necesidad imperante de defender los derechos de la mujer ante una continua transgresión de los mismos. En Palencia, comenzaron a trabajar en 1994 con un caso de abusos sexuales a menores en la localidad de Guardo.
