Viejos conocidos de la costa murciana

Cartagena

Se llaman TT_D0214 y TT_D0438 y, bajo estos aparatosos nombres, nos encontramos con dos de los delfines mulares que en fechas recientes han sido avistados y fotografiados por ANSE al sur de las playas del Parque Regional de Calblanque, entre 5 y 15 kilómetros mar adentro.

Estos dos delfines ya formaban parte del catálogo de aletas dorsales que está confeccionando ANSE en los últimos años y que está permitiendo mejorar el conocimiento de estas poblaciones de delfines mulares y calderones grises. "En los delfines mulares, calderones grises y calderones comunes las aletas dorsales presentan unas marcas características de cada individuo, son como sus huellas dactilares", explica José Luís Murcia, de ANSE.

La historia de estos dos delfines mulares nos ayuda a entender cómo es su vida y, también, a qué peligros se enfrentan.

Peligrosos encuentros con humanos

El primero de ellos, TT_D0214, es fácilmente reconocible por la aleta seccionada que presenta, cuyo origen puede estar en una colisión con un barco. No sólo sobrevivió a ese encuentro sino que, como dicen desde ANSE, "cuatro años después de verla con una cría, iba acompañada nuevamente por otro nuevo pequeño delfín que no se separaba de ella".

"En todo el catálogo de delfines mulares tenemos recogidas un total de siete aletas seccionadas que tienen pinta de haberse producido al chocarse con una embarcación", decía José Luís Murcia. Son incidentes que se dan porque ésta es la variedad de cetáceo más costera que hay en la Región de Murcia y, por lo tanto, más accesible para verla desde embarcación. "Aunque dé la impresión de que el delfin es muy ágil debajo del agua, es muy fácil que se pueda equivocar y, al pasar por encima con una embarcación, es muy probable que se den estos accidentes", explica Murcia, quien recuerda que hay un real decreto que regula el protocolo para estas aproximaciones.

Al hablar de aletas seccionadas que han documentado, dicen desde ANSE que son ellos pueden contabilizar aquellos casos en los que el delfín ha sobrevivido, pero que no es posible saber en qué casos no fue así y, por desgracia, tras el accidente el ejemplar acabo muriendo.

Nuevos hábitats en busca de alimento

"Desde 2000 a 2014 hemos registrado cerca de 140 avistamientos con delfines mulares - señalaba José Luís Murcia- y hemos comprobado que hay zonas bastante buenas para ver este animal". La mejor de estas zonas al sur de Cabo de Palos, apuntan desde ANSE, sería el interior de la bahía de Mazarrón.

Pero también han detectado en los últimos tiempos una proliferación de avistamientos en el entorno de las granjas de acuicultura de San Pedro del Pinatar, según José Luís Murcia, porque "acuden allí alimentarse de los peces que, a su vez, se alimentan en los alrededores de la granja".

En el caso de TT_D0438, ya fue avistado en 2011 en el Seco de Palos, una montaña submarina a unos 60 kilometro mar adentro de Cabo de Palos y que se eleva a menos de 100 metros de profundidad desde el borde de una plataforma que se desploma hasta más de 2.000 metros. ANSE destaca que este conjunto de cañones suele ser utilizado por los cetáceos para moverse y buscar alimento.

La campaña de ANSE

De esta forma, estos dos ejemplos demuestran toda la información que se puede generar sobre la vida de los cetáceos en sus hábitats de la Región de Murcia mediante la fotoidentificación.

Este trabajo forma parte del proyecto que viene realizando ANSE desde el año 2000 con el apoyo de la Fundación Biodiversidad a lo largo de diferentes campañas, según lo hace posible la financiación, y con la que se quiere mejorar el conocimiento del LIC Valles Submarinos del Escarpe de Mazarrón.

A bordo del velero Else, ANSE preteden realizar hasta finales de octubre al menos cuarenta jornadas de navegación e, incluso, marcar dos ejemplares de delfín mular en la Región de Murcia y dos en el Estrecho de Gibraltar con emisores satélites para su seguimiento.