¿Un PSM unido?

Madrid

Dos candidatos por debajo de los cuarenta años aspiran a liderar un partido, el Partido Socialista de Madrid, cuyas estructuras, participación interna y discurso ideológico, parecen haberse quedado anclados en el pasado.

El PSM no gobierna Madrid desde hace dos décadas pero las energías socialistas se han consumido durante todo este tiempo en guerras internas y enfrentamientos entre familias que han traído al partido hasta aquí. Con las primarias de hoy se debe cerrar la crisis abierta tras la salida forzosa del anterior secretario general, Tomás Gómez, pero el verdadero reto del partido es ver si es capaz o no de abrir un nuevo tiempo que rompa con esas divisiones y recupere la credibilidad perdida en la calle. En definitiva, resolver los problemas internos para construir respuestas firmes (exentas de populismo), que conviertan de nuevo al PSM en referencia de la izquierda madrileña.

Una dirección integradora

Aunque solo sea por una cuestión generacional, los dos candidatos tienen más cosas en común de las que les separan. Los dos se han tendido la mano para trabajar juntos gane quien gane y los dos han hecho un esfuerzo durante esta campaña -casi vacacional- por aparcar los enfrentamientos entre sectores enfrentados dentro del partido. Los debates abiertos sobre el porcentaje de avales necesarios o las incompatibilidades con el cargo de secretario general, no parecen diferencias insalvables en el actual escenario socialista.

Gane quien gane, la cuestión no será el nombre del ganador o ganadora de este proceso sino su capacidad de construir a partir de mañana una dirección integradora, en la que estén representadas todas las sensibilidades del partido. Actuar de manera contraria sería repetir otra vez el error de siempre. La política del "conmigo o contra mi" que tan nefastos resultados le ha dado siempre a los socialistas.

Callao y Ferraz

La de hoy puede ser solo la primera vuelta de una carrera de fondo en la que se incluye un episodio poco menor que son unas Elecciones Generales, que deben celebrarse antes de que finalice este año.

La interinidad de la gestora y un proceso electoral de tal magnitud han acelerado los tiempos para la organización de estas primarias, de las que también se podrá extraer una lectura en clave nacional.

Aunque los candidatos hayan huído de etiquetas, es evidente que la candidatura de Sara Hernández, goza del respaldo de los secretarios generales de las agrupaciones más numerosas. Pedro Sánchez (que vota en este proceso como miembro del PSM) nunca ha hecho públicas sus preferencias pero en el seno del partido nadie duda que el resultado de hoy es un primer termómetro del apoyo con el que la dirección federal cuenta ahora mismo en Madrid.

En cualquier caso, el éxito o fracaso de estas primarias madrileñas dependerá de si se logra una dirección consensuada que abra un nuevo tiempo y marque un punto y aparte en el siempre convulso Partido Socialista de Madrid.