La justicia exige al CIE de Aluche que respete las normas de expulsión

Madrid

Nuevo toque de atención para el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. Tras varias denuncias, la última en 2012, un juez de Madrid ha ordenado a la dirección de la institución que cumpla con los derechos básicos de los internos. El auto exige que se respete “la dignidad de las personas, que son seres humanos y no mercancías o bultos”. 

Entre esos derechos básicos se encuentran el deber de avisar a los internos que van a ser expulsados, al menos, con 12 horas de anticipo –todo ello sin contar las horas de noche– o el de cumplimentar de manera correcta las actas de notificación de expulsión. Según el auto del juez, varias de estas actas aparecen “incompletas” y carecen de los datos mínimos elementales como el país o la ciudad de destino. 

Varias ONG han denunciado la situación a la que se ven sometidos muchos de los internos que pasan por el CIE, unos 3.000 al año. “Hay personas que son expulsadas de la mañana a la noche, en cualquier momento, sin previo aviso, o que son avisadas, pero de forma defectuosa”, explica Cristina Manzanedo, portavoz de Pueblos Unidos.

Es el caso de ocho internos sudamericanos que, según el auto, fueron “sacados de las celdas en plena noche” y permanecieron “aislados del resto antes de ser expulsados, sin permitirles comunicarse con sus familias ni con sus abogados y sin poder llamar ni recibir llamadas por teléfono”. Esta incomunicación, según el juez, atenta contra la dignidad de las personas.