La esposa de Marjaliza llevaba 14.000 euros en el bolso cuando fue detenida

Madrid

El 27 de octubre estalló la ‘operación Púnica’, con más de 50 personas imputadas y decenas de registros practicados por la Guardia Civil en Madrid, Murcia, León y Valencia. El sumario revela ahora que en el momento de su detención, la mujer de David Marjaliza, Adela Cubas, llevaba en el bolso un total de 13.640 euros en efectivo, la mayoría en un sobre.

No es el único dinero en efectivo que encontraron los agentes esa mañana en el domicilio del supuesto ‘conseguir’ de la trama en Valdemoro: en total, según consta en las actas, la Guardia Civil intervino 25.975 euros además de 1.188 dólares, algunos en sobres, otros en cajones de la mesilla y varios fajos en la caja de una cámara de fotos profesional.

Esa misma mañana, más agentes de la Guardia Civil entraban en un piso del barrio de la Concepción: la sede social de la empresa Cofely, otra de las entidades supuestamente implicadas. Fue en el despacho del director general de la empresa, Didier Maurice, donde los agentes encontraron en total 36.500 euros repartidos en cinco sobres.

Las actas también revelan que los agentes encontraron dos listados de ayuntamientos, algunos investigados como Valdemoro, Parla o Serranillos del Valle y otros que no lo están, bajo distintos epígrafes: “consultoría lumínica” (Almendralejo, Ferrol, Mijas, Morón, Loeches…), “auditorías” (Getafe, Alcobendas, Moralzarzal, Brunete, Quijorna…) y “ofertas”.

Casi 30.000 euros en cintas de vídeo y una amenaza

Las actas que figuran en el sumario también reflejan el resultado del registro en las sedes sociales de la empresa Waiter Music, una de las empresas investigadas por su supuesta relación con la trama: allí, en la despensa de la cocina, oculta dentro de cajas de cintas de vídeo, los agentes de la Guardia Civil encontraron un total de 28.550 euros repartidos en varios paquetes.

En presencia de José Luis Huertas, dueño de la empresa y “colaborador” durante el registro según las notas de los agentes, los agentes también abrieron una cómoda en el salón del inmueble, donde según las actas encontraron una carta de amenaza dirigida al empresario. Una misiva en la que se podía leer “A ti y al de la foto se os va a acabar el chollo ya...”, palabras acompañadas de una fotografía en blanco y negro y borrosa.