¿Un nuevo "caso Odissey"?

Cartagena

Fue el 27 de julio de 1715 cuando una flota de once buques españoles partía del puerto de La Habana y sólo tres días después era sorprendida por un huracán, lo que provocó el hundimiento de su buque insignia, la Capitana. Ahora, tres siglos después, una familia de cazatesoros, los Schmitt, ha dado con los restos de un buque que podrían ser los de la Capitana, con un tesoro a bordo estimado en unos 900.000 euros.

El director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Iván Negueruela, ya trabaja en el estudio de esa flota y en la titularidad del buque encontrado porque, en caso de ser de titularidad estatal, el Gobierno español estaría en disposición de reclamarlo. "Si el buque fuera de un particular (un duque, un conde) no hay nada que hacer - dice Negueruela -. Pero si es de titularidad estatal, la legislación es clara".

En ese sentido, explica Negueruela que la reclamación estaría amparada por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 y la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Cultural Submarino de 2001.

"Casi todas las posibilidades son de que se trate de un buque de Estado", adelanta Iván Negueruela, quien, a pesar de su afirmación, se muestra cauto y explica que ha abandonado sus vacaciones para desplazarse al ARQUA y proceder al estudio de esa flota de 1715.

Si eso fuera así, habría que seguir los pasos que se dieron no sólo en el caso Odissey, sino también en el de otras fragatas españolas halladas en el año 2.000, la Juno y la Galga y en los que la justicia ya sentenció a favor de los intereses españoles. "Sencillamente hay que repetir la jugada - ha señalado Negueruela -, sin despeinarse, sin gritar", convencido de que la justicia volverá a darle la razón a España en sus reclamaciones igual que hiciera con la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, cuyo tesoro puede verse en parte en el ARQUA, en Cartagena.

A esto, el director del ARQUA insiste en que hay que dejar claro que "en Europa no permitimos los cazatesoros", aunque aclara que en Estados Unidos sí es una actividad regulada.

El hallazgo coincidide con el 300 aniversario del hundimiento

La novedad de este descubrimiento y las imágenes del trabajo han sido publicados a través de su página de Facebook por 1715 Fleet-Queens Jewels, la empresa que representa a la familia Schmitt, los cazatesoros que han rastreado la pista de la Capitana, el buque insignia de esa flota, comandada por Don Juan Esteban de Ubilla.

En el naufragio de esta flota como consecuencia del huracán murieron 1.000 miembros de la tripulación y se perdió un cargamento valorado en más de tres millones y medio de pesos. El tesoro encontrado a bordo del Capitana se ha valorado en un millón de dólares e incluye, entre otras piezas, 51 monedas de oro de varias denominaciones y una cadena ornamentada en oro de unos 12 metros.

La empresa ha calificado el descubrimiento como "histórico" y en su página de Facebook ha felicitado por ello a los Schmitt y a su tripulación.