El plan de Sanidad para reducir la espera en Canarias

“Las listas de espera siempre son preocupantes”, concedía Roberto Moreno, nuevo director del Servicio Canario de Salud en la primera entrevista que ofrecía tras conocer las primeras listas de espera sanitaria desde que está en el cargo. “Incorporamos más información de lo que se ha hecho hasta ahora”, dijo para argumentar el aumento de la cifra pública de ciudadanos que esperan por una operación o una prueba con el especialista médico. “Es para dar una imagen real del problema”, aseguró. Y una solución real planteada en las primeras semanas de gestión del nuevo equipo de Sanidad: abrir los quirófanos durante las tardes y los fines de semana. 

La Consejería de Sanidad ha activado un plan para reducir las listas de espera. “Un impulso tremendo para aprovechar las infraestructuras de las que disponemos”, es como lo denomina Moreno, aunque señala que “las infraestructuras no realizan las operaciones”. En Sanidad piensan que es necesario un plan plurianual inversor, pero también hace falta la colaboración de los trabajadores. “Hay que modificar al alza el capítulo 1 de los presupuestos sanitarios”, en relación a la necesidad de mejorar las condiciones laborales e incorporar a nuevos profesionales para hacer frente al problema de las listas de espera sanitarias en Canarias.

La publicación de datos de personas procedentes de Centros de Atención Especializada y también la espera que hay para pruebas diagnósticas era una demanda histórica de los profesionales del sector, que opinaban que con estos datos podrían planificar mejor la respuesta. Sanidad ha hecho caso a esta reivindicación y considera que la respuesta debe pasar por mejor equipamiento y por más personal. Son las dos bazas con las que cuenta Jesús Morera, consejero del área, para atajar una cifra sangrante que le pesó a su predecesora en el cargo, Brígida Mendoza que abandonó su puesto con los focos apagados y una loza de críticas a su gestión.

Sobre la derivación a clínicas concertadas, en Sanidad piensan que “no tiene por qué ser malas, pero hay que utilizarla con carácter complementario, una vez superada la capacidad asistencial de la Sanidad pública”. En el área que dirige Jesús Morera aseguran que trabajarán para que la pública pueda asumir más pacientes, “inversión en equipamiento, en equipamiento puntero”. Por ejemplo, en Sanidad en un primer vistazo han identificado la necesidad de equipos de resonancia magnética en varios centros sanitarios. Será otra prioridad del equipo de Morera actualizar los equipos.

En el Servicio Canario de Salud hay casi 24.000 trabajadores y no tienen una mala valoración de los usuarios. Estudian cómo arreglar, sin embargo, el acceso al sistema. Roberto Moreno explica que “no es un problema de calidad, sino de cuello de botella a la entrada. Usando un símil de tráfico, el atasco lo tenemos a la entrada y para resolverlo hay que abrir más carriles”. Los carriles que Sanidad quiere abrir necesitan inversión y políticamente, aseguran, trabajarán en ella.

Desde la oposición, el Partido Popular asegura que "el deterioro registrado durante la última legislatura es el mayor habido nunca". En el último mandato los partidos políticos que sostenían al Gobierno eran los mismos que en la actualidad, solo que Sanidad la gestionaba Coalición Canaria, a través de Brígida Mendoza. Desde Ciudadanos, Melissa Rodríguez sostuvo que “la gestión del antiguo Gobierno de Canarias y de la exconsejera nacionalista, Brígida Mendoza, han dejado mucho que desear”. Intersindical Canaria, por su parte, solicita a Jesús Morera que lo que precisa Canarias para atajar las listas de espera es un “auténtico plan de choque”. Y destacaron que se evidencia con los nuevos datos “la falta de transparencia que ha existido hasta la fecha en la publicación de datos, pues para el anterior equipo de gobierno la situación era buena, pues las listas disminuían”.

En general, la nueva metodología usada por el Gobierno de Canarias ha sido acogida como una buena opción. Ahora, aseguran en la Consejería, se trabaja en los presupuestos del próximo año para intentar tomar cuanto antes medidas que apuntalen una reducción paulatina de los datos de listas de espera.