Andrea, mujer del batería de ‘Los piratas’: “Javier nunca fue un maltratador”

Santiago de Compostela

"Jamás fue un maltratador. Éramos completamente felices". Andrea Montes, la mujer de Javier Fernández, el batería del grupo vigués 'Los piratas', ha explicado en las redes sociales las circunstancias en las que vivía la familia en su hogar de la parroquia de Guláns, en la localidad pontevedresa de Ponteareas. Lo ha hecho para "evitar que se manipule la información sobre lo ocurrido".

Fernández murió ayer por el disparo de un guardia civil. Una patrulla de la Benemérita había acudido al hogar familiar tras una llamada que alertaba de un posible caso de violencia de género con presencia de un menor. Según fuentes de la investigación, de camino a la vivienda los agentes se encontraron a una mujer que decía que su marido la había agredido, que estaba muy nervioso y que tenía a su bebé. Según las mismas informaciones, en el interior de la vivienda el presunto maltratador agredió a uno de los guardias civiles y el otro repelió el ataque con un disparo que hirió al atacante en el abdomen. Fernández, conocido con el sobrenombre de 'Hal 9.000', falleció horas después en el hospital Meixoeiro de Vigo.

"Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final", relata Montes sobre lo ocurrido ayer.

"Nos amaba con todo su corazón, al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador. Éramos completamente felices. Todos sus amigos y familia saben que era una persona llena de amor. Todos saben cómo se desvivía por nosotros. Hal es una víctima", ha escrito su viuda en Facebook.

Andrea Montes desvela que el batería de 'Los piratas' padecía trastorno bipolar. "[El desequilibrio] estaba perfectamente controlado desde hace diez años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento, a pesar de que [desde] la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese ya que el complicado nacimiento del bebé le había afectado", explica.

"Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querias. Te quiero y siempre te querré", termina su carta Andrea Montes.