Pacientes de rehabilitación deben parar su tratamiento por burocracia
Si tras las sesiones prescritas no se han recuperado deben volver a iniciar el proceso de solicitud y valoración en el médico de cabecera. Un proceso que puede durar hasta tres meses
Santa Cruz de Tenerife
La madre de Alejandro fue diagnosticada hace nueve meses de artrosis severa. El especialista le prescribió rehabilitación diaria para coger fuerza y poder operarse. Sin embargo, las sesiones concedidas fueron dos semanales. ¿La razón? Debe ir en transporte sanitario no urgente y las plazas escasean. A pesar de ello, mejoró; aunque cuando terminó las sesiones prescritas no estaba recuperada ni mucho menos.
Entonces comenzó la odisea burocrática: el centro le dio un informe a la familia con el que debía ir al médico de cabecera, y de ahí, iniciar el proceso de nuevo: que le dieran cita con el médico rehabilitador, que éste diera el visto bueno y le prescribiera rehabilitación de nuevo; un proceso que duró la última vez dos meses, más un mes más en espera de una baja en el servicio de ambulancias, que la pudiera llevar.
El martes, la madre de Alejandro finalizó de nuevo las sesiones, y ahora la familia teme tener que volver a esperar el mismo tiempo, porque el proceso indicado es el mismo. "Hemos pedido explicación en el centro rehabilitador y en el médico de cabecera y no nos han dado solución", explica. Además, lamenta que su madre empeore durante el tiempo de espera y cuando vuelvan a concederle el tratamiento "tenga que volver a empezar". Dice que "no hay ningún profesional que nos oriente mientras ella no recibe tratamiento".
Este proceso se repite entre todos los pacientes que acuden al mismo centro que la madre de Alejandro, en Santa Cruz de Tenerife. Solo esperan que haya solución para que el tratamiento recibido no quede en el aire y dentro de tres meses tenga que volver a empezar.
