Aragón, pendiente del cupo de refugiados sirios
Zaragoza
Esta semana seguramente conoceremos el número de refugiados sirios que serán acogidos en Aragón. En todo el país serán entre 15.000 y 17.000, la cifra se fijará en la reunión de este lunes de los ministros de interior de la UE. En Aragón, somos algo más del 3% de la población del país. Si tenemos en cuenta este criterio, a nuestra comunidad podrían llegar cerca de 500 refugiados, aunque las administraciones siempre están pensando en un cálculo que incluso ronde o supere los 1.000 refugiados
Organización
En cualquier caso, las administraciones se siguen preparando. La DGA se reunía el pasado viernes con 50 entidades sociales para coordinar su llegada, y el mismo día en el ayuntamiento de Zaragoza en el consistorio se evaluaban los medios de los que se disponen para afrontar la acogida. También los están haciendo las plataformas ciudadanas en capitales como Zaragoza y Teruel que se organizan por Internet. La respuesta ciudadana ante la acogida de los sirios que huyen de su país en guerra ha despertado un debate sobre cómo tiene que ser la atención para estas personas. Según la FAS, la Federación Aragonesa de Solidaridad, que aglutina a la mayoría de las entidades que trabajan en la cooperación, "está muy bien que la sociedad civil se organice, además huelga decir que somos una sociedad solidaria", pero en palabras de su vicepresidenta, María Jesús Sanz, "es muy complicado un operativo de estas características. Hay que saber en qué estado de salud llegan estas personas, qué tipo de atenciones necesitarán, incluida la psicológica". Además, añade, "su llegada no es para una semana, sino que se prevé una estancia que puede durar meses o años y para ello necesitan estar en lugares que garanticen una calidad de vida".
Experiencias anteriores
- Una espera con nervios
Aragón ya tuvo una experiencia de acogida de refugiados en el año 92 por el conflicto de Yugoslavia. En aquel momento, vinieron cerca de 80 personas, que a través de varias entidades y la Diputación Provincial de Zaragoza, fueron destinados a localidades que se habían ofrecido y donde existían pisos vacíos. Según Agustín Gavín, entonces miembro del Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad, "fue muy complicado porque existía una primera barrera muy importante, el idioma". Gavín cree que "hay que coordinar el operativo con mucha sensibilidad. Vendrán personas con religión diferente a la nuestra y con necesidades básicas muy concretas".
Recortes en cooperación
La FAS ha denunciado esta semana la reducción del presupuesto en las oenegé para ayuda a la cooperación. Es uno de los capítulos donde los países desarrollados más han reducido su colaboración debido a la crisis. "Todo esto ha dejado sin apoyo económico a campos de refugiados de los países en conflicto donde actuaban". Así la salida de sirios no ha podido canalizarse como hace años se hubiese hecho a través de los campos de refugiados del Líbano, por ejemplo.
La solidaridad ciudadana es una realidad, pero también es el miedo y la prevención con la que muchas personas ven la llegada de sirios a España. Temen que las personas necesitadas en nuestro país dejarán de percibir atenciones. Según Agustín Gavín, "una cosa es pobreza, que debe seguir atendiéndose para evitar que más personas en nuestro país estén en riesgo de exclusión; y otra cosa es la miseria, es decir, personas que se juegan la vida en su país para salir de una zona de guerra. Por tanto, no debemos olvidar, que lo de Siria es una emergencia; aunque el principal objetivo es terminar con la guerra".