El Sporting quiere despegar en Cornellá

Gijón

Si es capaz de superar con éxito esta temporada en Primera, al Sporting puede aguardarle un futuro esperanzador. Con un bloque consolidado y con capacidad de crecimiento, sin limitaciones tan severas a la hora de fichar y con los recursos económicos que genera la élite, el panorama parece halagüeño. El entrenador del primer equipo, Abelardo Fernández, está convencido de ello. Pero sabe perfectamente que los cuentos de la lechera suelen acabar con el cántaro roto si se deja de atender al suelo que se pisa.

Por eso el técnico rojiblanco sólo piensa en la presente temporada. Y, concretamente, en que el trabajo de su equipo empiece a tener la recompensa en puntos que merece. La visita al Espanyol (sábado, 20:30 horas) es una nueva oportunidad para sumar una victoria que, además de su valor numérico, tendría una enorme importancia a efectos anímicos. Abelardo sabe que "el equipo está en buena línea", y aunque admite que debe ser "más contundente en defensa y eficiente en ataque", porque "esto es Primera División" y cada fallo recibe una gran penalización. El técnico ve a su equipo "preparado para sufrir" y está convencido de que "jugando así, los resultados llegarán".

La buena noticia del viernes fueron las buenas sensaciones del delantero Tony Sanabria, que parece recuperado de la conmoción cerebral que sufrió en Vallecas. Viajó a Barcelona, aunque Abelardo ha preferido ser prudente y citar a diecinueve futbolistas, entre los que ha incluido al delantero del filial Mendi y no a Carlos Castro, que no se encontraba al cien por cien de sus molestias musculares.

Bernardo volverá a la defensa tras cumplir un partido de sanción y entra por primera vez en una convocatoria Hugo Fraile, que con su trabajo en los entrenamientos ha convencido más a Abelardo que otros futbolistas. Se quedan fuera de la lista por decisión técnica Carmona, Juan Muñiz, Guitián y Rachid.

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Todo para jugar frente a un Espanyol que Abelardo ve, por filosofía y estilo, un rival con muchas coincidencias con el Sporting. Los de Sergio González están mostrando dos caras: la buena en casa y la mala fuera. Los asturianos viajan con la idea de cambiar esa dinámica y lograr tres puntos que reafirmarían el trabajo hecho hasta la fecha y las buenas expectativas futuras.