Cuatro de cada diez alumnos de la nueva FP Básica de Wert abandonan los estudios

Las peores previsiones se confirmaron. La implantación el curso pasado de la FP Básica de Wert tuvo lugar entre enormes reticencias de la comunidad educativa y del propio gobierno andaluz, que entendía que esta vía, introducida por la LOMCE para los alumnos que fracasan en Secundaria, no era más que una artimaña del Gobierno para segregar a los repetidores, para que sus resultados dejen de computar en informes internacionales como PISA, que sólo reflejan los de ESO y Bachillerato.

En efecto, de los 8.538 matriculados en primero el año pasado sólo han promocionado 4.236, y casi un 39 por ciento de los alumnos ha abandonado los estudios. Por eso la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, exige la retirada de esta fórmula cuanto antes.

No son las únicas cifras negativas. Este año se han matriculado en el primer curso apenas 7.399 alumnos, casi mil menos que en 2014, el primer año de implantación. Los datos contrastan con los resultados que arrojaban los anteriores PCPI, que fueron sustituidos por esta fórmula. Antes de la implantación de la FP Básica, un 40 por ciento más de alumnos optaban por estos módulos y seis de cada diez conseguía el título de Secundaria, además de obtener una cualificación profesional.

El Gobierno andaluz venía pronosticando el fracaso. La FP Básica no garantiza este título de Secundaria. Difícilmente pueden obtenerla alumnos que para ello deben presentarse a una reválida sobre materias que ni se tocan en estos módulos. Y la inserción laboral de alumnos sin este título es, evidentemente, dudosa.

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha anunciado una reunión con las comunidades autónomas para finales de mes con objeto de analizar los resultados de esta nueva FP que Wert planteó como una de las reformas estrella de su plan educativo.