Pinedo: “Sólo Sarriugarte sabe las razones de su dimisión”

Bilbao

Txus Pinedo concedió su primera entrevista en Radio Bilbao para desmenuzar, en la medida de lo posible, la repentina dimisión de Félix Sarriugarte del banquillo del Sestao River el pasado miércoles. Para el nuevo míster verdinegro, hasta ahora segundo del ex león y reputado preparador físico, las razones “sólo él las sabe y hay que respetarle. Le doy todo mi apoyo y que tenga éxitos como buen entrenador que es”.

Asume el cargo e máximo responsable del equipo en Segunda B como un reto tras la marejada: “Tuvimos la triste noticia de la decisión de Félix el miércoles, yo estaba preparado para estar con cualquier entrenador y la directiva me comentó la posibilidad de coger el equipo. Viendo el vestuario y la buena marcha me animé”, destripa, para deslizar que se siente “con toda la ilusión del mundo de llevar al River a lo mejor”.

Asegura que “para nada” se esperaba este abrupto giro y que la plantilla, tras el mazazo, ha asumido el relevo con naturalidad. Ya en Zubieta debutó el pasado sábado: “Con Félix compartía las labores, ha sido un golpe fuerte, pero hay que mirar para adelante y reforzar todas las cosas que estamos haciendo bien que son muchas”. Ante la Real B se escaparon dos puntos en la última jugada: “Fue una pena, por dejadez nuestra en ese último balón”, masca todavía. Considera que sus líneas “son las mismas” que las de propugnaba Sarriugarte, sin “grandes cambios”.

A sus 47 años valora su experiencia en la academia Aspire en Qatar, le ha aportado “mucha seguridad, comprobar cómo entienden otras personas el fútbol, me ha enriquecido”. Coincidió con Sabin Merino, ahora de moda, en las categorías inferiores del Athletic: “Me acuerdo en Alevines e infantiles y me alegro mucho de su progresión y sus éxitos”. Era un delantero ya espigado respecto a sus compañeros: “Era punta aunque en esas categorías puedes jugar por dentro y por fuera. Era potente físicamente”.

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Iban Urbano, también citado en la SER, deslizó sus sensaciones como técnico del Balmaseda, único invicto de Tercera, dejando aparcado su periplo como zaguero en el Barakaldo y el Real Burgos, más tres últimos años como central del equipo encartado: “Ahora de entrenador la mayoría han sido compañeros y me llaman míster o por el nombre”. Educado y prudente, afirma sobre su recorrido en los banquillos que “tengo mucho camino y el futuro Dios dirá”. No esconde que se vive mejor que de jugador, aunque ya mostraba tintes de sus pretensiones: “Era ya algo más que calzarme la botas, seguía a los rivales, a los entrenadores cómo trabajaban los partidos. Me fijaba en esos detalles desde hace tiempo.

Ahora te das cuenta de todo lo hay detrás”. Un Balmaseda invicto con los Lanbarri, Arkarazo, Tyson: “La plantilla tiene experiencia, he llevado a los jugadores que he querido”, reconoce, haciendo verdaderos “equilibrios en el presupuesto” para repartirlo en una plantilla corta. Segundo tras el Zamudio ya recibe un cartel de favorito “que no quiero asumir todavía”. Aguarda “a ver dónde nos deja esta primera vuelta y veremos objetivos más ambiciosos”, sentencia.