El Ayuntamiento estudia un acceso alternativo para el ascensor de Begoña a través del frontón

Bilbao

La oposición municipal ha afeado al Gobierno que no acudiera a la subasta de la lonja del ascensor de Begoña, que ha vuelto a caer en manos privadas. El concejal de Movilidad, Transportes y Medio Ambiente, Alfonso Gil, ha admitido que desconocía ese trámite porque, asegura, no es parte. El propietario de la infraestructura es el Gobierno vasco que litiga con el adjudicatario de la concesión. En todo caso, Gil ha matizado que "no cambia nada" porque "la lonja sigue siendo privada y las condiciones contractuales son las mismas porque las cargas van ligadas al local no al propietario". Ha explicado, además, que el Plan Especial de Rehabilitación (PER) del Casco Viejo establece que es un equipamiento comunitario y por tanto, "limita" los usos que se le pueden dar.

Ante esta situación, el concejal de EHBildu, Bruno Zubizarreta, ha preguntado sobre las alternativas y ha deslizado la posibilidad de aprovechar el frontón de la Esperanza, que se ha derribado para acometer las obras de la línea 3 del metro, como acceso alternativo. "La línea 3 nos trae oportunidades como, por ejemplo, abrir un acceso lateral", ha recogido Gil, "le he visto con tino". Es el 'plan B' que está sobre la mesa "porque no vamos a admitir chantajes", ha recalcado Gil. Es una alternativa que está condicionado a las catas que antes tienen que evaluar el estado de conservación del ascensor.

La oposición ha reclamado concreciones sobre los planes para reabrir el ascensor de Begoña pero no se ha concretado más allá de que el Gobierno vasco habría consignado una partida sin cuantificar en el proyecto de presupuestos para 2016. El Partido Popular -que ha solicitado esta comparecencia- ha acusado a Gil de "vender la piel del oso antes de cazarlo" y le ha pedido "cautela" en sus anuncios. Éste ha reafirmado que, cuando se resuelva el litigio y el Gobierno vasco transfiera la infraestructura, ésta entrará a formar parte de la red municipal, con las mismas condiciones que el resto.

El ascensor lleva cerrado desde julio de 2015, después de que el adjudicatario suspendiera el servicio de forma unilateral. El Gobierno vasco mantiene, desde entonces, un pulso en los tribunales.