1.200 ciberataques al día en Euskadi

Bilbao

Está a la orden del día y Euskadi no es ajena. Los ataques informáticos han evolucionado de tal forma que su volumen y sofisticación tienen en jaque a las fuerzas de Seguridad (de hecho, el último informe de la Ertzaintza reconocía que uno de los delitos que ha crecido en los últimos 9 meses es la estafa a través de Internet). Incibe, el Instituto Nacional de Ciberseguridad, controla diariamente el número de estos ataques y sus características.

El objetivo más habitual es conseguir el control de ordenadores o teléfonos particulares

En nuestro caso, la media un día cualquiera ronda los 1.200 y mayoritariamente a lo que se denomina como "equipos comprometidos", es decir, tablets, móviles u ordenadores particulares, aunque también constan ataques informáticos a empresas. Según los datos facilitados por Incibe a la SER, el 64% de esos ataques se registran en Bizkaia (prácticamente el 85% de ellos en Bilbao), el 21% en Gipuzkoa (el 22% aproximadamente en Donostia) y el 15% en Álava (más del 85% en Vitoria). Sin embargo llama la atención el caso concreto de Bilbao ya que, al margen de Madrid y Barcelona, se encuentra entre los 10 municipios con un mayor número de ataques informáticos diarios, en torno a 600 o 700 al día.

El objetivo más habitual es conseguir el control de ordenadores o teléfonos particulares, robar la información necesaria y practicar, a posteriori, estafas o ataques a terceros

Tipo de ataques

Bilbao se encuentra entre los 10 municipios con un mayor número de ataques informáticos diarios

Según nos reconoce Alejandro López, responsable de área en la Direción de Operaciones de Incibe, los ataques más habituales en Euskadi son los dirigidos a "equipos comprometidos". Eso supone hacerse con el control de los dispositivos, dar órdenes a través de un servidor central y a partir de ahí "recopilar la información sobre las páginas web que se visitan, controlar los usuarios y contraseñas cuando se conectan al banco, etc".

Otro de los más registrados es el denominado como de "ataque de denegación del servicio" y supone que, una vez controlados los equipos, "se inicien conexiones simultáneas a un servidor concreto, una web por ejemplo, como esa web no es capaz de soportar esa cantidad de peticiones, se cae". El objetivo de ese boicot puede ser repercutir en la imagen de una empresa u organismo, hacerle daño a tu competencia o incluso buscar algún tipo de reivindicación. Un tercer tipo de ataque muy habitual es el "secuestro digital", cuando una vez se consigue el control de un dispositivo y a partir de aquí "demandan dinero a cambio de que puedas volver a recuperar la información".