La sombra del caso Atutxa

Bilbao

La sombra del caso Atutxa planea sobre el Parlament.

El Constitucional ha suspendido su declaración independentista pero además ha advertido a 21 políticos de que deben impedir cualquier iniciativa que ignore esta suspensión y les apercibe de las responsabilidades de no hacerlo.

Aunque el tribunal no les ha comunicado, como pedía el Gobierno, es que podrían incurrir en un delito de desobediencia, todos tenemos en mente el precedente de Juan Mari Atutxa.

En 2003 el Supremo ilegalizó y disolvió HB. Y ordenó al Parlamento disolver al grupo Sozialista Abertzaleak, donde estaban Otegi y compañía. La Mesa del parlamento, presidida por Atutxa, no lo hizo. El reglamento, sostuvieron, les impedia cumplir el auto. Tras una decena de años de juicios, Atutxa y sus compañeros de mesa Knorr y Bilbao fueron condenados a multas y penas de inhabilitación. Todavía hoy, doce años después, el caso está en el Tribunal de Estrasburgo.

Esta es la sombra que planea sobre los dirigentes a los que se dirige el Constitucional. Si no le hacen caso, eso es desobediencia y conlleva inhabilitación.