Responsabilidad

Madrid

¿Por qué no son efectivos los llamamientos para que los madrileños dejen el coche en casa? Es evidente que algo no se ha hecho bien durante años y años cuando un número tan importante de ciudadanos muestran nula sensibilidad con un problema de salud pública que también tiene un elevado coste económico en sanciones para una administración.

Es fácil culpar a un ayuntamiento de no haber fomentado las campañas necesarias o de haber ocultado las estaciones medidoras para evitar las multas que impone Europa. Todo eso es tan cierto como que la decisión final de sacar el coche del garaje cada mañana depende de uno mismo. Esto por no hablar de las velocidades que han alcanzado algunos coches hoy en las carreteras de acceso, superando con creces los límites permitidos.

A pocos segundos de que entremos en el escenario 'bronca política', Ayuntamiento y Comunidad de Madrid han sido incapaces de ofrecer hasta el momento una imagen de solvencia, una solución conjunta o una declaración que muestre a los ciudadanos que -por encima de cuestiones ideológicas- ambas administraciones comparten y defienden estas medidas restrictivas, que todo sea dicho, son las que aprobó Ana Botella antes de abandonar el Palacio de Cibeles. ¿Cómo exigir responsabilidad al ciudadano si renuncian a ese principio los propios dirigentes embarcados en eternas batallitas políticas?

Los representantes implicados en el Consorcio de Transportes han mantenido un primer encuentro. De momento se refuerza el servicio municipal de autobuses pero no van a cambiar -al menos que tengamos noticia a esta hora- las frecuencias del Metro de Madrid, dependiente de la Comunidad.  ¿Cómo es posible con esta boina visible desde cualquer acceso a la capital y con el escenario 2 del protocolo llamando a la puerta, que  no se hayan reforzado ya los trenes, el Metro o los autobuses? De verdad, ¿alguien cree que la gente va a dejar el coche en casa si no se estimula el uso del transporte de alguna manera?

El tema de la contaminación, tantas veces denunciado, no es ninguna broma. La nada exótica nube del 'nitrogenazo' mata y aunque duela -y se queden votos en el camino- esta cuestión solo admite firmeza en la lucha y contundencia en las medidas. Quedarse de brazos cruzados, solo puede ser considerada una actitud irresponsable.

Únete al canal de WhatsApp de la SER